VOLVER A LEER A MARTA LAMAS[1]

 

READING MARTA LAMAS AGAIN

 

Chloé Constant[2]

 

Lamas, M. (2020). Memorias incompletas. Algunos de mis activismos feministas. México: CIEG-UNAM.

 

Después de la publicación del libro Acoso ¿Denuncia legítima o victimización? (2018), de las polémicas que desató el mismo, así como las que surgieron a raíz de algunas declaraciones de Lamas en la prensa, en espacios académicos y mesas gubernamentales en los últimos años, mi desacuerdo con la antropóloga iba in crescendo. Si bien me parece fundamental leer y escuchar a lxs académicxs con quienes no (siempre) concordamos para poder argumentar nuestras posturas y enriquecer los debates, específicamente desde los feminismos, sentía que había llegado a un momento en el que no había lectura de Lamas a la que pudiera volver, ni mesa en la que participara a la que pudiera asistir como público sin mantener desconfianza. Una suerte de amargura me recordaba permanentemente que Lamas dijo alguna vez, entre otras cosas, que los piropos no siempre son malos y que el acoso en México está sobredimensionado. En el contexto en el que vivimos, estos análisis y comentarios sobre la violencia de género no me parecieron nada oportunos y más bien muy desafortunados. Luego, llegó a mis manos Memorias incompletas. Algunos de mis activismos feministas (2020) y decidí volver a leer a Lamas.

A mi parecer, el mayor valor de este nuevo opus radica en recordarnos que Lamas, antes de ser académica, es activista. Para las más jóvenes, me parece importante recordar que le debemos la creación del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), pionero en salud reproductiva y cuya labor ha sido fundamental en la lucha por el derecho al aborto en el país. Para las que le tiran a la academia, el libro nos recuerda que Lamas ha sido parte del núcleo básico que fundó Debate Feminista. ¿Quién de las que nos desenvolvemos en estudios de género nunca ha consultado esta revista? Constituye una fuente extremadamente rica casi imprescindible para muchxs de nosotrxs.

Ahora bien, no esperen nada nuevo de este libro: se trata una recopilación de textos publicados entre 2014 y 2020, y la autora nos avisa desde las primeras líneas. Entonces, ¿para qué publicarlo ahora? En introducción, Lamas aboga por la necesidad de “ir armando una historia del movimiento feminista en México” (2020, p. 11), tarea a la que pretende aportar con los testimonios y reflexiones compilados en este libro. Objetivo cumplido, sin duda. En lugar de escarbar en archivos esparcidos, Lamas nos da la oportunidad de acceder a varios de ellos a través de un único volumen. Se trata de un archivo parcial, sin duda, pero un archivo al fin, seleccionado por quien representara la punta de lanza de mucha de la lucha feminista en México. En la actualidad, aportar a la historia del movimiento feminista mexicano está lejos de sobrar.

A través de nueve capítulos, Lamas vuelve a pasar por los temas que le movieron. Los cuatro primeros capítulos tienen un corte histórico que nos permite examinar algunos problemas sociales y demandas feministas actuales a la luz de los eventos y debates de las décadas pasadas. De 1968 hasta hoy, el primer capítulo recupera narrativas de aquel entonces y acaba por dibujar algunas tendencias de las demandas de las mujeres hoy. Habiéndose publicado el texto original en 2018, se puede deplorar que no se incluya un análisis de las numerosas movilizaciones feministas que han tenido lugar desde entonces ―pero en no retocar los textos está la “necedad” (2020, p. 18) asumida de la autora― [Ed1] sobre todo que apenas se dibujen datos y tendencias de la actualidad (la movilización digital y el foco sobre la violencia de género) sin ahondar analíticamente. Entonces, sin duda este capítulo aporta a la historia del movimiento feminista mexicano, pero a mi parecer más a la de ayer que a la de hoy.

El segundo capítulo, Lamas recurre a sus memorias al describir los caminos y trabajos colectivos que dan cuenta del proceso que dio luz a la creación de una de las revistas más importantes en estudios de género en México (y una de las principales de América Latina), Debate Feminista. El texto vincula la dimensión política de la tarea emprendida con la creación de la revista, con sus aportes académicos. Contiene anécdotas y pistas inspiradoras para las generaciones actuales, pues me parece necesario conocer y recordar los caminos de nuestras antecesoras para no repetir sus errores e inspirarnos de sus logros. Lanzar una nueva revista es un reto, que permanezca y dure en el tiempo es otro. El equipo de Debate Feminista logró ambos.

El tercer capítulo se centra en la Interrupción Legal de Embarazo (ILE) y su vínculo con el derecho, pensado como parte indispensable de una ciudadanía “plena”. Aporta muchos elementos histórico políticos para entender el debate sobre el derecho al aborto en México, pero nuevamente los debates más recientes quedan ausentes. ¿Qué podemos aprender del trabajo empírico con profesionales y pacientes realizado hace más de una década? El papel de la religión, las prácticas clandestinas del aborto, las cuestiones de salud pública… El material presentado hace eco a lo que seguimos viviendo en el México de hoy. Pero recordemos también que Lamas ya nos había dado in extenso su “versión de los hechos” sobre la ILE en un libro publicado hace no tanto (2015).

Siguiendo con el concepto de ciudadanía, el capítulo cuarto se centra en las luchas de las trabajadoras sexuales por sus derechos. Construido de manera cronológica, a partir de la historia de las primeras organizaciones de prostitutas en Estados Unidos de América y Europa, el texto examina la politización de su trabajo para el ejercicio de su ciudadanía, los cambios culturales y los discursos que se enfrentan en el debate sobre lo que la autora llama comercio sexual. Muchos de los debates alrededor de este problema, historicizados en este texto, aún siguen vigentes.

En los capítulos siguientes, se retoma el tema de las trabajadoras sexuales, a partir de un estudio teórico sobre la vergüenza y sus significados en nuestra cultura que permite detallar los problemas del estigma de las “putas”, la violencia simbólica que conlleva, y sirve para evidenciar la necesidad y potencialidad de la politización de los afectos; se examinan las luchas de mujeres guerrerenses por reconfigurar mandatos de la feminidad en el contexto de un estado particularmente violento, a la vez que inserto en una globalidad que permitió a estas mujeres tener acceso a ciertas herramientas de pensamiento feminista, como el internet; se reflexiona sobre la vida y obras de dos grandes figuras de la literatura mexicana, permitiendo dimensionar algunos de sus aportes a los sentires y luchas de las mujeres de hoy, e invitándonos finalmente a (re)leerlas con una mirada renovada; finalmente, el libro cierra con una reflexión sobre el quehacer etnográfico feminista, a partir de tres académicas y activistas mexicanas, y sus aportes al cuestionamiento de una ciencia dominada por el androcentrismo y la idea de una supuesta necesidad de neutralidad.

“¿Leerían un nuevo libro de Marta Lamas?”, pregunté a algunas de mis estudiantes de posgrado. “Los piropos no son buenos, no lo supero”, dice una; “me he reconciliado con ella”, afirma otra; “sí, pero no está en mis prioridades”, añade una tercera, “habla de distintas generaciones, la suya luchó por la liberación sexual, hoy estamos en otra [lucha]”. De hecho, en Introducción, Lamas confiesa no haber escrito sobre violencia (aunque sí escribió sobre acoso callejero y sexual, pero parece que, para la autora, éste no cabe en la amplia casilla de violencia de género) y ello ha pasado con muchas académicas de su generación; pocas son las que se atrevieron a examinar y adentrarse a este problema. Hoy, sin embargo, no solamente es el tema que nos convoca y moviliza regularmente en las calles, sino que se ha convertido en el foco de análisis de muchxs de nosotrxs. Entonces ¿está desfasada Marta Lamas? Cada quien se reconciliará o no con ella, total, parcial o nulamente, pero en todo caso, no creo que ningunx podrá dejar de reconocer lo que ha aportado esta mujer al activismo de nuestro país, en cierta época. Los tiempos cambiaron, pero hoy estamos aquí gracias a algunas que nos precedieron. Lamas no nos deja nada nuevo con este libro y tampoco pretendía ello, pero haciéndose la voz y memoria propia y de otras mujeres, sí logra colocar una piedra importante en la construcción de la historia del movimiento feminista en México.

 

Bibliografía

Lamas, M. (2015). El largo camino hacia la ILE. Mi versión de los hechos. México: PUEG-UNAM.

Lamas, M. (2018). Acoso. ¿Denuncia legítima o victimización? México: Fondo de Cultura Económica.

Lamas, M. (2020). Memorias incompletas. Algunos de mis activismos feministas. México: CIEG-UNAM.



[1] Agradezco a Lucía Núñez Rebolledo por haber leído la primera versión de este texto y por la fineza de sus comentarios que me permitieron pulir la versión final.

[2] FLACSO, México. Correo electrónico: chloe.constant@flacso.edu.mx


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