RESEÑA DE CIUDAD FEMINISTA: LA INCLUSIÓN DE LA “GEOGRAFÍA MÁS CERCANA” EN EL ESTUDIO Y DISEÑO URBANOS

 

REVIEW OF FEMINIST CITY: INCLUDING THE “GEOGRAPHY CLOSEST IN” INTO URBAN STUDIES AND URBAN DESIGN

 

Andrea Marina Madero Castro[1]

 

DOI: https://doi.org/10.32870/lv.v7i59.7740

 

El espacio es una variable incorporada en las Ciencias Sociales con la “geografía crítica” y “geografía radical” en los años sesenta del siglo xx, luego analizadas por el llamado “giro espacial” de los noventa (Gintrac, 2014). Dichos enclaves de pensamiento situaron la espacialidad como parte de conflictos sociopolíticos; y desde entonces hay una tradición que considera al espacio como terreno y motivo de luchas por justicia en la ciudad. Sin embargo, fue hasta años más recientes que geógrafas feministas posicionaron el género como una variable central en estudios geográficos y urbanos (Rose, 1993).

En esta línea, Feminist City: la lucha por el espacio en un mundo diseñado por hombres (2021) de Leslie Kern ―profesora canadiense de geografía y estudios de género― recupera la geografía feminista de los ochenta y noventa (Kern, 2021, pp. 28-29) como marco teórico. Así, explora la relación de las mujeres con la ciudad neoliberal actual ofreciendo una mirada de los mundos posibles que se despliegan al incluir la geografía feminista y el género en el estudio socio-espacial de las ciudades. 

            Se propone responder “¿qué rol juega el espacio en la estructura de sistemas de opresión?” (Kern, 2021, p. 29), que afectan especialmente, pero no sólo, a las mujeres (Kern, 2021, p. 29). Para ello, antes de toda teoría la autora considera “lo que la poeta Adrienne Rich llamaba la geografía más cercana: el cuerpo y la vida cotidiana” (Kern, 2021, p. 18). Aunque la vida cotidiana se considera en los análisis espaciales desde los inicios de la geografía crítica (Lefevbre, 2004), Kern critica el déficit de atención a las variantes de género por parte de esta e incorpora transversalmente sus experiencias cotidianas y encarnadas, así como la teoría producida desde la geografía feminista.

            Kern propone que la ciudad re/produce espacialmente sistemas de opresión y aplica un enfoque interseccional (Crenshaw, 1991) al resaltar la estrecha relación entre capitalismo, racismo y patriarcado. Para Kern, “patriarcado”, cuyo estudio prioriza en su texto, es un sistema de relaciones de género contextuales y encarnadas en las ciudades, donde el género convive con desigualdades económicas, raciales y capacitistas de manera particular. Entiende el “patriarcado inscrito en piedra”, idea central en el libro, como la adecuación material de la ciudad a estándares de cuerpos blancos y masculinos interpretados como un “usuario ideal” (Kern, 2021, p. 40) y sugiere que las ciudades se crean con base en las necesidades de este, dejando de lado los requerimientos de grupos vulnerados, espacializando la desigualdad (Kern, 2021, p. 40).

Feminist City es un aporte para la geografía feminista, disciplina ampliamente referenciada en el libro, por las preguntas que comparten: ¿cómo es que varios sistemas de opresión se ponen en práctica simultáneamente en un espacio y momento determinados produciendo desigualdades de género concretas? Kern aporta dos aspectos para responder a ello. Primero, aborda la relación mujeres/ciudad desde un enfoque interseccional de la experiencia urbana (Kern, 2021, p.30), y al acotar de qué grupo de mujeres habla, evita brindar explicaciones y soluciones universales para todos los cuerpos. Segundo, mantiene la “geografía más cercana” como eje, y retoma la experiencia encarnada de la ciudad como evidencia de la opresión. Ofrece así un “conocimiento situado” y autocrítico de su lugar socio-espacial de enunciación como mujer cis blanca del norte global.

En la trayectoria de Leslie Kern, Feminist City es una bisagra entre su primer libro, Sex and the Revitalized City (2010) y el amplio ejercicio histórico de su último libro, La gentrificación. es inevitable y otras mentiras (2022). Feminist City es un preámbulo de La gentrificación, donde analiza espacial, histórica y diacrónicamente dinámicas de despojo que favorecen a grupos de mercado emergentes, tales como los que describe en su primer libro, donde estudia el papel de las mujeres en los discursos inmobiliarios en Toronto. Si bien Ciudad Feminista comparte temas con ambos, varía en la metodología. Por un lado, la mirada interseccional está más presente que en Sex and the RevitalizedCity, y por otro, el análisis sincrónico de Feminist City es más cercano a los Estudios Culturales que al método histórico utilizado en La Gentrificación.

Feminist City tiene cinco capítulos que exploran barreras que la ciudad pone a cuerpos que no son el “usuario ideal”, e identifican momentos de excepción que redefinen la experiencia de la ciudad al habitarla con ciertos vínculos, que crean -momentáneamente-  mundos libres y seguros. 

“Ciudad de madres”, el primer capítulo, narra los obstáculos que Kern y otras madres experimentan en su maternidad y describe la falta de accesibilidad que viven al transitar la ciudad con infancias. A partir del embodiment, critica que la ciudad no está construida para el cuidado de otrxs, sino para que el usuario ideal transite en soledad (Kern, 2021, p. 49), es decir, para la individualidad moderna dedicada a la productividad. Es frente a este modelo socio-espacial de ciudadanía que propone su Feminist City.

             “Ciudad de amigas” parte de la idea central en la teoría queer de “creación de mundo”, que implica “prácticas, performances y relaciones creativas, disruptivas, utópicas […] que también cartografíen esos otros mundos” en los que “las cosas puedan desplegarse de otra manera(Kern, 2021, p. 75). Presenta la amistad como un ejercicio de imaginación revolucionaria y contra-capitalista/patriarcal, que sitúa la amistad en el centro de las relaciones socio-espaciales. En “Ciudad de amigas”, la solidaridad y creatividad que surgen de vínculos amistosos abren otro modo de habitar e imaginar la ciudad, pues el cuidado mutuo es una vía creativa que se opone a las dinámicas de individualidad moderna.

“Ciudad de soledad”, tercer capítulo, señala la im/posibilidad de estar solx en el espacio público e incorporando de nuevo la perspectiva interseccional, subraya que la posibilidad de transitar la ciudad en soledad no es seguro para todos los cuerpos. Ilustra esto con la figura del flâneur de Baudelaire como paradigma de supremacía blanca, masculina y “normal” que disfruta de la ciudad plenamente, mientras que mujeres y disidencias sexogenéricas enfrentan acosos y las personas de color son frecuentemente hipervigiladas (Kern, 2021, p. 114). En estos cuerpos la soledad parece sospechosa, e implica experiencias desiguales y riesgosas de la ciudad que el flâneur no vive.

 “Ciudad de protestas” presenta la protesta como ejemplo del derecho a la ciudad, usando el concepto del filósofo Henri Lefebvre (2017), ejercido al luchar por necesidades de cada contexto histórico. Así, la ciudad feminista no es una ciudad acabada, pues se modifica con las exigencias de justicia de grupos vulnerables. Explora ciertas posibilidades de la protesta y enfatiza sus contradicciones internas, tales como la inclusión de la policía en marchas, o el separatismo feminista (Kern, 2021, p.167). Reitera así la importancia de un activismo interseccional, que permita notar incongruencias y crear alianzas frente a instituciones que habilitan la opresión y la desigualdad en las ciudades.

            “Ciudad de miedo” describe un habitar mediado por el cálculo del riesgo y la negociación con el binomio seguridad/peligro. Advierte que al analizar el miedo a la ciudad con perspectiva feminista hay que sumar un nivel de percepción, pues el peligro que los medios adjudican al espacio público abona a que parezca más hostil de lo que es. Kern aplaude que el peligro (simbólico o material) de la ciudad no impida que haya mujeres reclamando el derecho a una ciudad segura, en alianza con otros grupos en vulnerabilidad.

Kern concluye con “Ciudad de posibilidades”, donde advierte que los conflictos socio-espaciales deben resolverse considerando a “las mujeres” de forma heterogénea y no solo a través de los “lentes color rosa” (Kern, 2021, p. 204). La autora insiste así en un enfoque interseccional que contemple color de piel; identificación sexogenérica; dis/capacidades y clase social.  El mensaje es que sólo al incorporar transversalmente la complejidad de lxs usuarixs de la ciudad en el diseño urbano será posible imaginar y construir otros mundos: ciudades feministas planeadas desde y para “la geografía más cercana” de Rich: más justas, seguras e inclusivas de todxs los cuerpos. Desde nuestra geografía, queda pensar cuestiones socio-espaciales urgentes de atender en México e imaginar características de ciudades feministas justas y seguras, diseñadas para todo tipo de cuerpos en nuestro contexto.

 

Bibliografía

Crenshaw, Kimberlé, “Mapping the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and Violence against Women of Color” en Stanford Law Review 6, vol. 43, julio 1991, pp. 1241-1299.

Gintrac, C. (2014). Las aportaciones de la geografía radical y la geografía crítica anglosajona la teoría urbana. Urban, (6), 5-61.

Kern, L. (2010). Sex and the Revitalized City. Gender, Condominium Development, and Urban Citizenship. UBC Press.

Kern, L. (2021). Ciudad Feminista: la lucha por el espacio en un mundo diseñado por hombres (R. Patri, Trad.). Ícono.

Kern, L. (2022). Gentrification is Inevitable and Other Lies. Between the Lines.

Lefebvre, H. (2004). The Critique of Everyday Life. Verso Books.

Lefebvre, H. (2017). El derecho a la ciudad (M. Delgado, Trad.). Capitán Swing.

Rose, G. (1993). Feminism and Geography. The Limits of Geographical Knowledge. Polity Press.



[1] Universidad Nacional Autónoma de México, México. Correo electrónico: andreamaderocastro@gmail.com