LAS MUJERES Y LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO: USO Y APLICABILIDAD
DE LAS TIC POR LAS INVESTIGADORAS
Gizelle Guadalupe Macías González 1
Claudia Islas Torres
2
[1] Centro
Universitario De Los Altos. Universidad De Guadalajara, México. Correo
electrónico: gmaciasg@cualtos.udg.mx
2 Centro Universitario De Los Altos.
Universidad de Guadalajara, México. Correo electrónico: cislas@cualtos.udg.mx
Resumen
En el presente artículo se muestran datos descriptivos
de una investigación cuyo objetivo es dar a conocer el uso y percepciones que
hacen de las TIC las investigadoras con reconocimiento en el Sistema Nacional
de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT de México.
La metodología empleada se encuentra bajo el enfoque cuantitativo, aplicándose un
estudio transversal de alcance descriptivo. En éste se da cuenta de ciertas
ventajas sobre la vinculación entre el uso de las TIC para las mujeres y en
específico, para las investigadoras, además, se da a conocer información de
tipo demográfico y profesional, así como descripciones de uso, percepción y
aplicabilidad de las TIC en el entorno laboral y familiar. En este sentido, se
identificó que las TIC representan ventajas para las labores de investigación
que realizan las mujeres, por lo cual su desempeño laboral se ve potencializado
por los usos que hacen de estas herramientas, pero aún no son percibidas como
un instrumento para obtener mayor empoderamiento como mujeres.
Palabras clave:
género, investigación científica, TIC, Sociedad del
Conocimiento, Sociedad de la Información.
Abstract
The present article describes data of
a research about the use of Information and communication technologies, ICT by
the women scientists with recognition in the Sistema Nacional de Investigadores of Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT
of Mexico. The methodology was used under the quantitative approach and a
cross-sectional descriptive study of scope. The study reveals certain
advantages over the link between the use of ICT for women and for women
scientists. The results shown the information about the women scientists: their
professional and demographic information, as well as descriptions of the use,
perception and applicability of ICT in the work and family environment. In this
sense, it was identified that ICT represent advantages for the research work
done by women, by which their job performance is maximized by the uses of these
tools, but they are not yet perceived as a tool to obtain greater empowerment
as women.
Keywords: gender,
scientific research, ICT, Knowledge Society, Information society.
Recibido en 29/03/2017
Aceptado en 15/07/2017
Introducción
Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)
y su máximo exponente, el Internet, han marcado el desarrollo de la sociedad
actual, su presencia representa impactos sociales, económicos, culturales,
laborales, educativos, entre otros; por lo que nos encontramos en una era de
masificación y globalización de la tecnología y la información (Garay, 2006) donde se busca que los individuos
indistintamente del género puedan incluirse en la generación de conocimiento y
así contribuir a lo que se ha denominado como: la sociedad del conocimiento
Los cambios descritos también han
implicado que la labor que se gesta en las comunidades académicas tenga un
significado distinto, el trabajo en red se potencia a través del uso de
tecnologías fortaleciendo las áreas científicas como no se había hecho antes,
puesto que las TIC permiten la diversificación de los espacios de interacción
entre los productores del conocimiento
Ante estas ideas, quienes aquí
escriben se propusieron realizar un proyecto de investigación a través del cual
se conociera la percepción y el uso que hacen de las TIC las investigadoras con
reconocimiento en el Sistema Nacional de Investigadores en México, partiendo de
la premisa de que éstas tienen acceso a las tecnologías en igual oportunidad que
los hombres investigadores, mas su condición por ser mujeres puede dar un tinte
distinto a la forma en la que las utilizan y aplican.
Dicho proyecto se llevó a cabo bajo
un enfoque cuantitativo, en un estudio transversal de alcance descriptivo
(Hernández, Fernández, y Baptista, 2014), para el cual, se aplicó un
instrumento tipo cuestionario en el que se recogieron datos demográficos, usos
de TIC y sus frecuencias, así como percepciones con las que las participantes
se identificaban más en términos de lo que estas herramientas les significaban.
Antecedentes
Como
antecedente a esta investigación pudo encontrarse literatura que hace
referencia a la relación entre las mujeres y las tecnologías, y su posición en
la era de la información (mujeres.net, sf; Bonder, 2003; Peña,
Goñi, y Sabanes, 2012), los discursos también versan sobre algunas visiones
optimistas que vislumbran a estas herramientas como aquello que pudiera diluir
las diferencias asociadas al género
En la actualidad
existe la certeza de que las tecnologías que engloban la internet, sus
aplicaciones y los dispositivos móviles son un indicador de cambio que
configura nuevos espacios sociales donde se han modificado la mayoría de
relaciones y acciones de los humanos, tal es el caso de las guerras, las
finanzas, la ciencia, el ocio, las relaciones amorosas, el comercio, la
cultura, el arte, la medicina, la enseñanza, entre otras
Las
mujeres y el uso de TIC en la época actual
La temática
de las mujeres y las TIC se ha hecho presente desde hace ya algunos años, por
ejemplo, en la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing en 1995, donde las
mujeres pidieron tener mayor contribución en el desarrollo de las tecnologías
de la información y comunicación, y a su vez, en las decisiones de políticas en
torno al acceso, funcionamiento y gobernabilidad de internet como parte de sus
derechos en un gobierno globalizado. A esta petición hubo una respuesta, se
estableció la necesidad de que las mujeres fortalecieran sus habilidades, conocimientos,
posibilidades de acceso y apropiación de las TIC, con el fin de lograr
adelantos en el camino de la igualdad de oportunidades y la equidad en el
acceso a los beneficios que las tecnologías parecían vislumbrar
Ante esta perspectiva, los datos actuales en México indican
que para 2015 según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de
Tecnologías en el Hogar del INEGI (ENDUTIH), 55.7 millones de personas son
usuarios de una computadora y 62.4 millones utilizan internet. Delimitando
quién hace uso de las TIC, se detalla la participación entre mujeres y hombres como
equitativa, 49.2 y 50.8 por ciento respectivamente
La población mexicana que utiliza internet indicó utilizar
la red primordialmente para obtener información general (88.7%), como
herramienta de comunicación (84.1%) para acceder a contenidos audiovisuales
(76.6%) y para acceder a redes sociales (71.5%).
La tabla 1 presenta la distribución de
usuarios/as en México.
Estos
datos llevan a complementar lo que Sabanes (2012) presentó como un concentrado
de las actividades que las mujeres de América Latina y el Caribe realizan a
partir de la masificación de la telefonía celular. Según un estudio realizado
por el Fondo para el Desarrollo de la GSMA (Mobile World Congress Americas) y
la Fundación Cheire Blair para las mujeres, se detalla que la brecha de género en
el uso de celulares en Latinoamérica y el Caribe es apenas del 1%. Los
resultados indican que 168 millones de mujeres en la región tienen teléfonos
móviles, mientras los hombres que usan celular son 165 millones. En este mismo
estudio se establecen algunas categorías de usuarias de teléfonos celulares,
según edad, ingreso del hogar, ocupación, nivel educativo y ubicación
geográfica, destacando que el 97% de las mujeres profesionales de entre 21 y 49
años que viven en zonas urbanas tienen celular, 98% lo paga con ingresos
propios y a su vez, les interesa más la cobertura que ofrece el servicio de telefonía
que el costo del mismo (Sabanes, 2012:14).
El uso y
las percepciones de las TIC por parte de las mujeres, observadas desde la
postura de género
Siguiendo
con las ideas expresadas en los párrafos anteriores, en este apartado se
agregan algunas perspectivas en las que las mujeres y el uso de las TIC se han
proyectado como objeto de estudio central. Por una parte, la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información
surge en los tiempos donde las nuevas TIC han dado la posibilidad que la
información sea parte de un producto (Castaño, Fernández y Cupeiro, 2008). Para
el caso del trabajo en el área de la investigación, el conocimiento es
resultado del capital humano que ostenta dicho producto. En ésta misma cumbre,
se daba cuenta de la necesidad de establecer compromisos con la igualdad de
género debido a que permanecen distancias pronunciadas en el acceso de las
mujeres a las tecnologías. La participación de ellas en el sector formal de
ciencia y tecnología, específicamente en los centros de innovación es menor al
10 por ciento, y del cinco por ciento al integrar las academias nacionales en
disciplinas científicas y tecnológicas, representando una situación marcada en
comparativa con la participación masculina (Puri, 2016).
La ubicación del trabajo investigativo de mujeres y hombres
se puede vincular a las posibilidades de acceso y aprovechamiento tecnológico.
Las brechas digitales, técnicas o sociales en donde se sitúan las mujeres no
son resultado de una libre elección, sino que reflejan una construcción social,
marcada por expectativas y restricciones asociadas al género (Castaño, 2013).
La tercera brecha digital que mencionó Castaño (2013) consiste en recurrir a
los usos avanzados de las TIC, mientras que la primera se vincula con el acceso
material y la segunda con los usos y habilidades que desarrollan las personas
respecto a estas herramientas. La autora menciona que mujeres y hombres acaban
incorporándose a todos los usos, no obstante, señala que cuando los hombres han
traspasado la frontera tecnológica las mujeres van llegando.
Las políticas de inclusión de las TIC en torno al género
deben considerar en su implementación los análisis de las necesidades de cada
colectivo de mujeres, contemplando las prácticas sociales de cada grupo donde
ellas participan. Los empleos en el área de la investigación requieren grandes
inversiones de tiempo y organización, sistemas de acceso y promoción, de igual
manera, estas redes están caracterizadas por informales masculinas, por lo que
convendría modificar el modelo productivo a otro sistema más intensivo de
innovación y conocimiento que implique la vinculación de la tecnología y el
capital humano, en este caso, valorado desde las mujeres investigadoras y la
sociedad del conocimiento.
Desarrollando esta postura del uso y aplicabilidad de las
TIC por parte de las mujeres, han surgido algunas discusiones que reflejan varios
estudios. Por un lado, aparecen consideraciones positivas entre las mujeres y
los usos de las tecnologías que argumentan ese beneficio, postulando lo
siguiente:
1.
El internet representa para las
mujeres una red plana –sin jerarquías–, una estrategia de participación más
igualitaria, un espacio de libertad para la difusión de la información y un
instrumento de cambio que el feminismo tiene en cuenta y al que puede apostarle
(De Miguel y Boix, 2002).
2.
Los ciberfeminismos son sitios
comunes virtuales para crear, desarrollar y difundir una política feminista
donde pueda implementarse una trayectoria activista.
3.
Las mujeres pueden
contrarrestar su vulnerabilidad de ocupar espacios públicos y de estar
distantes del hogar a través del uso del internet (Stromquist, 2009) y las TIC.
4.
El mundo virtual representa un
nuevo escenario que se ubica entre los espacios públicos-privados (domésticos),
dónde los géneros quedan desarticulados. Las relaciones a través de la red
pueden relativizar al género o dejarlo por un lado, así como a otras condiciones
como la edad, condición social, etcétera (Martín y Agut, 2005). Las mujeres
deben utilizar el ciberespacio para buscar la justicia socio-simbólica,
liberándose de sociedades patriarcales (Braidotti, 2002).
5.
La flexibilidad y accesibilidad
de la tecnología, da oportunidad de que las mujeres la utilicen a la hora que
lo deseen y que puedan tener comunicaciones personales y conectividad eficiente
para obtener información y conocimiento, a su vez, para lograr una difusión
amplia de sus ideas (Stromquist, 2009).
Por
otro lado, existen posturas que manifiestan consideraciones negativas, entre el
uso y aplicabilidad de las TIC para las mujeres. Esta negatividad proviene de
argumentos donde las realidades del mundo virtual dejan ver una perpetuidad de
las relaciones asimétricas de género y de las situaciones críticas que
representarían, es decir, no podrían ser útiles para superar cuestiones de
discriminación y desigualdad para las mujeres.
Las referencias mencionadas
anteriormente hacen énfasis en posiciones antagónicas sobre los usos de las TIC
desde la perspectiva de género. Ahora bien, dejando claro estos argumentos y tratando de indagar en estudios sobre
las practicas científicas de las investigadoras que tuvieran que ver con las
TIC, para examinar sus hallazgos y extender la literatura referenciada con base
en los objetos de análisis utilizados, resultó escaso para quienes aquí
escriben encontrar casos sistematizados que dieran cuenta del impacto de las
TIC en ciertas comunidades de mujeres (Silva, 2003) que trabajan en la
investigación científica. Si bien es cierto que, actualmente aparecen las
expresiones de derecho a la información y a las acciones sobre ella, como la
toma de decisiones, los flujos, las formas, su organización y sus contenidos;
ciertos grupos de mujeres tienen posibilidad de llegar a estos accesos (Martín
y Agut, 2005).
La participación de las féminas dedicadas a la investigación
científica abarca todas estas acciones mencionadas anteriormente, debido a que
su trabajo se vincula a las posibilidades del conocimiento y de la información.
Algunos autores como Castaño y Caprile, (2010) detallan la exigente labor de la
investigación mostrando que los factores sociales y estructurales condicionan
las carreras de las mujeres científicas o investigadoras en el sector TIC, al
representarles ritmos muy intensos de trabajos y jornadas largas irregulares e
imprescindibles. Mientras que el ámbito de las mujeres profesionales está
categorizado por una combinación de estrategias y medios de aprendizaje de las
que ellas echan mano tomando en cuenta la administración de su tiempo, las
prioridades de su familia y del entorno, su disponibilidad y equipamiento, de
esta manera, afrontan otro tipo de circunstancias que detalla Canbillas (2017):
las maneras en las que hacen uso de las TIC para no ser criticadas por sus
parejas e hijos/as.
Canbillas (2017) distingue al colectivo de mujeres de
mayores recursos económicos, profesionales o emprendedoras, dando cuenta que se
tienen ciertas ventajas positivas a diferencia de otros conjuntos de mujeres,
debido a que ellas equilibran de mejor manera la vida personal y profesional, están
equipadas y tienen acceso a las TIC en cualquier momento y lugar, a su vez
tienen diferentes redes y entornos de aprendizaje, no obstante continúan
confrontándose de manera constante con el techo de cristal y el suelo pegajoso,
para poder alcanzar su empoderamiento.
Ahora bien, los estudios de las percepciones de las TIC por
parte de las mujeres no han sido muy recurridos, por lo que se encuentra cierta
ausencia en publicaciones. Los resultados sobre las percepciones que hacen de
las TIC las investigadoras de una población pequeña de Argentina que analizó
Gandía (2015; 2013) en su trabajo doctoral, divide las percepciones en dos
tipos; las percepciones sobre la relación a sus funciones científicas y al rol
que desempeña en el hogar, se traslada a la sociología de las emociones y los
cuerpos para argumentarlas. Retoma percepciones sobre la dificultad de
conciliar el formarse o trabajar como investigadoras y tener hijos/as, o en el
caso de solteras, de conciliar con el hogar o su familia.
Existen percepciones de peligro por afrontar la soledad,
puesto que el laborar en esta área las alejaría de la pareja, otras
percepciones se basan en la cantidad de horas que requiere el investigar; la
percepción de escasez de publicaciones vinculada al sentimiento de frustración;
sus percepciones sobre el sentimiento de goce en un marco de sacrificios y
renuncia vinculado a una gran presión; la percepción de la eficiencia en el
trabajo y las percepciones sobre la colaboración que requiere de la pareja o
miembros del hogar. Estas percepciones las confronta con el disfrute por la
actividad investigadora, la satisfacción por el hacer y la posibilidad de
cierta emancipación, y las vincula de manera antagónica al afrontar
compensaciones emocionales, por ejemplo: un disfrute por viajar contra el miedo
y angustia por alejarse, la percepción de que no está en ningún ámbito de tiempo
completo, la percepción de lo deseable/esperable con las sensaciones
displacenteras, determina que aun así, la realidad parece ser desfavorecedora
para las investigadoras por las normas de género y las prescripciones
sociales.
Metodología
Para la realización de este estudio se planteó como
pregunta de investigación ¿cuáles son las percepciones y los usos de TIC que
las investigadoras del SNI realizan? en este sentido, se diseñó la
investigación bajo un enfoque cuantitativo en un estudio transversal, con
alcance descriptivo (Hernandez, Fernández, y
Baptista, 2014).
Para dar respuesta a la pregunta de
investigación, se realizó un instrumento tipo cuestionario constituido de 24
ítems clasificados en datos demográficos, frecuencias y usos de TIC como lo es
en la formación profesional, en lo laboral o como medio de comunicación social,
así como percepciones con las que las participantes se identificaban más en
términos de lo que estas herramientas les significan, por ejemplo: para el
trabajo, comunicación, empoderamiento, entre otras.
Dicho cuestionario fue validado por
10 expertos (Hernández, Fernández, y Baptista, 2014) con la finalidad de que se
detectaran dificultades en la comprensión de los ítems, así como alguna pregunta
que pudiera otorgar datos irrelevantes. Después de esta validación de expertos,
se realizaron los ajustes necesarios al instrumento y se procedió a su
aplicación.
El estudio se realizó con la
participación de las investigadoras que asistieron al 2° Congreso Nacional de
Mujeres Investigadoras del SNI en
la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México en el año 2015, el cuestionario se
distribuyó al total de las asistentes y se les pidió que de forma voluntaria
contestaran al instrumento, recabándose un total de ciento veintitrés
cuestionarios. La muestra por conveniencia de este número de mujeres obedece a
los lineamientos que establecen (Hernández, Fernández, y Baptista, 2014) pues
en este caso, la obtención de la información se realizó a través de las personas
que acudieron al evento. La totalidad de mujeres que manifiesta los informes de
estadística del SNI de 2011 dan cuenta de un registro de 5,919, representando
un 34% y los hombres el 66%. Los datos que a continuación se presentan
corresponden a análisis estadísticos simples dónde se midieron las frecuencias
de respuestas así como su variabilidad.
Resultados
Tomando como punto de partida el objetivo del trabajo
donde se buscó conocer el uso que hacen de las TIC las investigadoras con
reconocimiento en el Sistema Nacional de Investigadores en México, se realizó
el tratamiento de datos en una fase descriptiva donde los mismos indican las
acciones y percepciones que las investigadoras hacen o tienen respecto a las
tecnologías.
Se llevó a cabo la captura de la
información recabada en los cuestionarios de acuerdo a la codificación
preestablecida y conforme al objetivo de la investigación, se depuraron algunas
respuestas de participantes debido a que fueron contestadas por estudiantes de
licenciatura o maestría, funcionarias o algunas otras asistentes al congreso
que no tenían como función principal la labor de investigación, quedando ciento
catorce registros.
Los datos sociodemográficos de las
participantes dan cuenta de su estado civil: 64 (56%) casadas, 25 (22%)
solteras, 13 (11%) divorciadas, 10 (9%) unión libre y 2 (2%) viudas. La edad de
las participantes fue de 45 años en promedio, las frecuencias por edades
fueron: menos de 30 años, 2 (2%), entre 30-39 años, 33 (29%), entre 40-49 años,
33 (33%), entre 50-59 años 36 (32%) más de 60 años, 8 investigadoras (7%) y dos
no contestaron. Las edades más frecuentes (mediana) fueron 40 y 54 años, con
ocho repeticiones cada una. El 72% de las investigadoras tienen hijos (as); de
ellas un 41% tiene uno, un 38% tienen dos, un 18% tienen tres y el resto (2%)
tienen cuatro. El 95% de las investigadoras viven en comunidades urbanas, el 4%
en rurales y el 1% no contesto. Las investigadoras participantes pertenecen a
varias regiones del país, en su mayoría provienen de la región Centro-Occidente
y Centro-País. Solamente el 5% de las participantes en el estudio correspondían
a las regiones Noroeste y Noreste (con el mismo porcentaje), mientras que el
28% eran de la región Centro-País, el 33% correspondió a la región Centro Occidente,
y el 11% a la región sur-sureste, el resto no contestaron.
Sobre la ocupación, algunas
investigadoras expresaron más de una opción, eligiendo las siguientes:
investigadoras un 68%, profesoras de tiempo completo un 39%, estudiantes el
24%, profesionistas independientes un 6%, empleadoras un 4%, empleadas un 3% y
otras ocupaciones representaron un 4%.
Las áreas de conocimiento de acuerdo
a la figura 1 en donde se desarrollan las investigadoras son varias. Se tiene
los datos de 30 (26%) investigadoras de las Ciencias Sociales, 21 (18%), de
Biología y Química, 15 (13%), de Ingenierías, 15 (13%) de Humanidades y
Ciencias de la Conducta, 8 (7%), de Medicina y Ciencias de la Salud, 5 (4%) de
Físico, Matemáticas y Ciencias de la Tierra, 2 (2%) de Biotecnología y Ciencias
Agropecuarias, 18 (16%), investigadoras restantes no especificaron área de
conocimiento o no contestaron.
El 61% de las mujeres investigadoras
dicen ejercer su carrera profesional en el área donde realizan sus
investigaciones. El sector donde trabajan como investigadoras en su mayoría es
el sector público, representando el 90%, un 7% de ellas laboran en el sector
privado y el resto no contestó. Las dependencias son, en su generalidad,
instituciones de educación superior como universidades, institutos o centros de
investigación, representando en total un 90%.
Los datos de remuneraciones
económicas detallan que más de la mitad de las investigadoras manifiestan
ingresos quincenales mayores a nueve mil pesos.
La frecuencia y disponibilidad de
uso de equipos electrónicos que manejan las investigadoras se detallan en la
tabla 2. Los registros de los equipos electrónicos que ellas utilizan son más
altos en el caso de los teléfonos celulares o smarthphones, y posteriormente para la computadora portátil, ambos
datos presentan resultados más altos de utilización para la casa que para el
trabajo. En el caso de la computadora fija, el porcentaje de uso es más alto en
el trabajo y las tabletas se utilizan más en casa.
Sobre el porcentaje de uso semanal de los equipos, las
investigadoras reportan utilizarlos diariamente, los celulares o smpartphones tienen una mayor proporción
de uso, posteriormente la computadora fija, que a la vez se ubica casi en los
mismos términos de la computadora portátil y al final se ubica la tableta. Las
horas de uso que reflejan la utilización de dichos equipos electrónicos tienen
un porcentaje compartido entre las opciones que se dieron. La computadora
portátil es la que más se utiliza y el dato refleja un uso de tres a seis horas
por casi la mitad de las investigadoras. El uso de la tableta para casi la
mitad de ellas es de cero a tres horas. La computadora fija tiene un uso que
puede ser desde 0 hasta 9 horas. El smartphone
o celular es utilizado en varios períodos de tiempo pudiendo ser menos de seis
o más de nueve horas.
Sobre las herramientas que utilizan las investigadoras
se tuvieron los siguientes resultados:
111 investigadoras utilizan procesadores de texto, 103
programas de presentación y diseño, 99 hojas de cálculo y 99 mensajería, 71
utilizan software de análisis estadístico, 26 usan software de análisis
cualitativo, 21 aplicaciones de mensajería y 6 de ellas mencionaron la opción
de otros.
El desglose de estas herramientas presenta lo
siguiente:
Las aplicaciones disciplinares que enunciaron fueron
varias: 3d studio, Chemdraw, Chemlab, Estadísticos multimedia,
Financiero-método SPSS, Gestores bibliográficos, Google earth, Jmp, Lenguajes
de programación, Moodle, Polimat, Matlab, Programación Simuls, Pronunciation
cheeker y Solver. Los softwares de análisis estadísticos que se mencionaron con
mayor frecuencia fueron: el SPSS con 44 registros y el Statgraphics con 7.
Algunos otros que se mencionaron fueron: Excel, Sigma plat, Sigma, Sigma stat,
Sigma plet, Sigma plot, Expert, Jmp, Matleg, Octave, Minitab, Mvs, Ojs, Origi,
Past, Siem mag, Uscramber, Pls, Mplus, Stadistics, Stata y Grett. El software
de análisis cualitativo que registró mayor frecuencia fue el Atlas.ti con 13
registros. Además otros software de este tipo: Childes, Endnoten, File Maker,
Etnograph, Maxqda, Nvivo, Photoshop, Sas, Root, Past. Otras herramientas que
mencionaron fueron: Aplicaciones on line, Apps, Drive, Ctt, Moodle,
Collaborate, Surfer, Arc viex y varios softwares vinculados a bases de datos.
Las investigadoras utilizan las
aplicaciones electrónicas de acuerdo a la frecuencia que se detalla en la tabla
3, según se muestra a continuación: el correo electrónico es la aplicación que
se utiliza siempre o casi siempre por casi todas las investigadoras, seguida de
las bases de datos de contenido científico, posteriormente de las redes
sociales de uso general, enseguida de los gestores de referencias
bibliográficas y al final por los sitios de divulgación científica al ser
utilizadas por más de la mitad de las investigadoras siempre o casi siempre, de
igual manera, casi la mitad de las investigadoras utilizan siempre o casi
siempre redes sociales de colaboración científica. Poco más de una tercera
parte de las investigadoras utilizan bases de datos de contenido estadístico y
comunidades académicas.
Como puede observarse en la tabla IV, se muestra a
detalle los usos laborales que las investigadoras hacen de internet, en este
caso, nótese que la opción de trabajar desde casa o donde quiera que esté, es
la que en promedio se realiza siempre (4.51), sin embargo, la desviación
estándar (0.942) indica que la variabilidad de las respuestas fue alta. También
se destacan los usos de internet para la docencia, por ejemplo, la búsqueda de
información como recursos para clases, revisión y evaluación de actividades de
estudiantes, comunicación con alumnos de clase, diseño y evaluación de cursos
virtuales. Por otra parte, están las acciones de exposición de productos
científicos en sitios de paga o libres como es el caso de las revistas
electrónicas. También el trabajo colaborativo es destacado a través de la
comunicación, trabajo cooperativo y delegación de funciones.
Las opciones que en términos de distracción o comunicación
social representan las tecnologías para las investigadoras, son de menor
proporción a las mencionadas anteriormente, siendo en promedio las más
destacadas, el envío de correos y las visitas a sitios de noticias o
periódicos. Respecto
a las acciones de formación que suelen llevar a cabo las investigadoras, la
opción de realización de tareas fue la más elegida, no siendo así, la
actualización profesional a través de cursos en línea.
Como puede observarse en la tabla 5,
referente a las percepciones de las investigadoras, para ellas el uso de TIC
les permite en promedio trabajar siempre desde cualquier lugar, así como tener
acceso instantáneo a la información y aprender donde sea. Desde su
consideración, las TIC casi siempre les permiten agilizar su comunicación con
familiares y amigos, así como tener conversaciones formales de trabajo,
ahorrarse tiempo y dinero en el traslado a otros lugares, al igual que atender
varias actividades académicas al mismo tiempo y abrir horizontes distintos en
la investigación.
Estas percepciones, así como las que
se enlistan en la tabla 5, coinciden con las que Gandía (2015) presentó como resultado de una investigación realizada en
una provincia Argentina, para las investigadoras que participaron en su estudio,
el uso de internet en la investigación les da flexibilidad para equilibrar
acciones profesionales y familiares. No obstante, las percepciones fueron
vinculadas a condiciones favorables de: posibilidad, alcance, conexión,
comunicación, conciliación de labores académicas y científicas, conciliación de
actividades laborales y del hogar, de mejora y superación científica; los
resultados, en promedio, dejan ver un menor puntaje al seleccionar ni en
acuerdo o en desacuerdo con la siguientes consideraciones: la superación de
cuestiones de inferioridad en el desarrollo profesional y de obtener mayor
empoderamiento como mujeres, con desviaciones estandar que pueden llegar a
percibir como totalmente de acuerdo o parcialmente en desacuerdo.
Como parte del trabajo de investigación, también se
realizaron algunas operaciones para identificar dependencias significativas
entre las variables, para tal fin, se aplicó la prueba estadística Chi cuadrado
de bondad de ajuste, a través de la cual se identificó con una confianza del
95% que para las investigadoras el hecho de superar cuestiones vulnerables de
inferioridad en su desarrollo profesional depende de que puedan divulgar
productos científicos en las redes sociales de colaboración científica (X2=38.893,
p=0.038).
Conclusiones
Se concluye que las TIC y el internet han permitido
potencializar las labores de investigación para las mujeres. Las investigadoras
pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores en México que participaron
en el estudio, tienen una edad promedio de 45 años, viven en comunidades
urbanas de varias regiones del país, siete de cada diez tienen hijos (as),
pertenecen a distintas áreas de conocimiento, laboran en su mayoría en el
sector público en universidades, institutos y centros de investigación. Ellas
dieron cuenta que utilizan en mayor medida los teléfonos celulares y la
computadora portátil. La mayoría utilizan las distintas herramientas y
aplicaciones, como software de análisis estadísticos y cualitativos. La
flexibilidad de laborar con el apoyo del internet desde casa o desde donde se
ubiquen es de gran apoyo para las investigadoras, valorando esta herramienta
como la solución a cuestiones de movilidad.
La comunicación resuelta mediante el correo electrónico de
prácticamente todas las investigadoras es un servicio de mediación en el que se
apoyan. Los hallazgos permiten visualizar que para realizar las
labores de investigación por parte de las mujeres, el uso de las TIC les ha
representado enormes ventajas, por lo cual, su desempeño laboral se ve
potencializado por sus
usos avanzados, permitiéndoles superar la vulnerabilidad profesional
vinculándolo exclusivamente a la divulgación de sus productos científicos a
través de las redes de colaboración científica, tal y como lo señalan algunos autores
(Chan, 2015; Stromquist, 2009; Finquevilich, 2004; De Miguel y Boix, 2002).
No obstante, los apoyos en su
mediación y flexibilidad, en su espacio privado, no les resultan del todo
beneficiosas en las consideraciones de sus roles tradicionales de mujeres, argumentan que les
implican llevarse trabajo a casa, les absorben mucho tiempo, así como les
implican disponibilidad total para con los demás. Así también, las percepciones dan cuenta que aún las TIC no se consideran una
herramienta para alcanzar la igualdad en la condición profesional de ser
investigadoras y de llegar a empoderarse como mujeres, aunque, por otro lado,
se considere a este colectivo de mujeres con ciertas ventajas frente a las TIC,
las cuales son distintas a la diversidad de mujeres que existen (Canbillas,
2017).
Esta situcación
reflejada en las ventajas que ellas tienen: posibilidades, alcance, conexión,
comunicación y conciliación que les representan (Gandía, 2015; 2013). La integración al mundo virtual debe
acompañarse de una reestructuración social de inclusión basada en valores
humanos que eviten la polarización y la distancia entre los sexos, que deje ver
todas las dimensiones de los seres humanos, dándoles el reconocimiento que se tiene
en una realidad cotidiana para no continuar obviando que se parte de las mismas
circunstancias tanto para hombres como para mujeres.
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