DIFERENCIAS DE GÉNERO EN LA VIVENCIA
DE EMOCIONES Y EN LA PERCEPCIÓN DE NECESIDADES Y PREOCUPACIONES EN TORNO A LAS
CLASES A DISTANCIA DURANTE EL CONFINAMIENTO POR COVID-19
GENDER
DIFFERENCES IN THE EXPERIENCE OF EMOTIONS AND THE PERCEPTION OF NEEDS AND
CONCERNS REGARDING ONLINE CLASSES DURING CONFINEMENT BY COVID-19
Norma
Alicia Ruvalcaba Romero[1]
Erika
Yadira Macías Mozqueda[2]
Mercedes
Gabriela Orozco Solís[3]
Héctor
Rubén Bravo Andrade[4]
Carmen
Lizeth Sánchez Díaz[5]
Resumen
El
presente estudio tiene como objetivo identificar las diferencias de género en
la vivencia de emociones positivas y negativas, así como en las principales
preocupaciones y necesidades identificadas en relación a las clases a distancia
durante las primeras semanas del confinamiento por COVID-19. La muestra estuvo
constituida por estudiantes de pregrado de diez universidades públicas de
México con un total de 13,704 participantes con un rango de edad de 18 a 30
años. Los resultados obtenidos destacan que la principal diferencia entre
géneros es la necesidad de estabilidad emocional, obteniendo una puntuación
significativamente más baja en la mayoría de los estados afectivos positivos en
las mujeres. Respecto a la problemática principal en relación a las clases a
distancia durante las primeras semanas del confinamiento, se observan
diferencias especialmente en el hecho de que hay más mujeres que deben
compartir equipo de cómputo con otros integrantes de la familia. Así mismo se
mostró una mayor experimentación de emociones negativas y puntajes más bajos en
emociones positivas. Se discuten los resultados evidenciando las desigualdades
percibidas por el género e insistiendo en la educación socioemocional como medio
para afrontar las demandas cotidianas y relacionarse con las otras personas de
manera satisfactoria.
Palabras clave:
diferencias de género, emociones, preocupaciones, educación a distancia,
COVID-19
Abstract
The present study aims to identify gender differences in
the experience of positive and negative emotions, as well as in the main
concerns and needs identified in relation to online learning during the first
weeks of the COVID-19 confinement. The sample consisted of undergraduate
students from 10 public universities in Mexico with a total of 13704
participants with an age range of 18 to 30 years. The results obtained
highlight that the main difference between genders is the need for emotional
stability, obtaining a significantly lower score in most of the positive
affective states in women. Regarding the main problems related to online
learning during the first weeks of confinement, differences were observed,
especially in the fact that more women had to share computer equipment with
other members of the family. Likewise, a greater experience of negative
emotions and lower scores in positive emotions were shown. The results are
discussed, highlighting the inequalities perceived by gender and insisting on
socioemotional education as a mean to face daily demands and relate to other
people in a satisfactory manner.
Keywords: gender differences, emotions, concerns, online
education, COVID-19
Recepción: 10 de septiembre de
2021/Aceptación: 18 de noviembre de 2021
Introducción
Actualmente
existe la necesidad de reflexionar sobre los estragos ocasionados por el
Coronavirus (COVID-19), que fue identificado a finales del año 2019 en China y
que, debido a su velocidad de expansión y gravedad, en marzo del 2020 la
Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró pandemia (Johnson,
Saletti-Cuesta y Tumas, 2020). Así pues, el resultado de dicho suceso ha sido
trágico, puesto que hasta agosto de 2021 la pandemia ha dejado un saldo de
aproximadamente 4,534,000 personas fallecidas a nivel mundial (Statista Research
Department, 2021).
De
acuerdo con Rodríguez et al. (2020), la pandemia por COVID-19 no solo ha
provocado consecuencias devastadoras en el sector salud sino también en el
sector social, económico y educativo, ya que además de los fallecimientos, se produjo
un aumento en la tasa de desempleo y las instituciones educativas cerraron sus
puertas, causando un impacto académico desfavorable.
Por
este motivo, dentro del sector educativo se establecieron una serie de normas
para atender de urgencia dicha crisis sanitaria y poder continuar con las actividades
del proceso enseñanza-aprendizaje, de modo que debido a esta normatividad tanto
las universidades públicas como privadas implementaron la modalidad de estudios
a distancia. En algunos casos, mediante la capacitación de docentes y
estudiantes en el manejo de distintas herramientas tecnológicas y plataformas
informáticas con el objetivo de asegurar la continuidad del servicio educativo
(Almazán Gómez, 2020; Rodríguez et al., 2020) y en muchas más, sin capacitación
previa (Estrada-Araoz et al., 2020; Rosario-Rodríguez et al., 2020).
Además,
a nivel de educación superior los efectos de las medidas sanitarias preventivas
y de emergencia implementadas por las autoridades tienen distintos efectos en
la vida de la población estudiantil. El personal docente, las madres y padres
de familia y la sociedad en general, ya que además de los daños causados en la
salud, también han alterado los comportamientos socioemocionales, las rutinas
diarias, las vivencias cotidianas y la capacidad de adaptación al cambio
(Rodríguez et al. 2020), recordando que los desafíos sociales que esto ha
implicado suelen ser afrontados de distintas maneras por mujeres y hombres
(Alarcón, 2019).
En
este contexto de pandemia, las asimetrías se han evidenciado, especialmente las
relacionadas a la equidad, el rezago educativo y la desigualdad social (García
Calvente, del Río Lozano y Maroto Navarro, 2020; Peñate, 2020; García Calvente,
del Río Lozano y Maroto Navarro, 2020).
García
Calvente, del Río Lozano y Maroto Navarro (2020) señalaron que organismos
internacionales como las Naciones Unidas y grupos científicos reputados,
advierten la manera distinta en que los brotes de enfermedades infecciosas y
pandemias impactan a mujeres y hombres, denotando las desigualdades existentes
y ensañándose con los grupos más vulnerables.
Como
resultado de las medidas de distanciamiento social implementadas para evitar la
propagación del virus COVID–19, las labores domésticas y de cuidados se han
incrementado en el interior de las familias, lo que dificulta e incluso
imposibilita la realización del trabajo remunerado. Esta situación afecta
principalmente a las mujeres, puesto que históricamente han recaído en ellas
las labores domésticas y de cuidados, limitando la autonomía económica y
exponiéndolas a un mayor riesgo de violencia doméstica durante el
confinamiento, situaciones que en conjunto reproducen las prácticas
discriminatorias y profundizan las desigualdades de género ya preexistentes (Instituto
Nacional de las Mujeres, 2020; García, del Río y Maroto, 2020; Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, 2021).
Además
de reorganizarse para cumplir con las actividades laborales y acompañar la
educación a distancia, las familias tuvieron que atender el incremento de las
labores del hogar ante el cierre de guarderías, escuelas y la implementación de
la educación en línea. Es así como esta situación no solo provocó un fuerte
impacto educativo y económico, sino que también perjuicio diferenciado y
desproporcionado que ha afectado principalmente las cargas de trabajo de las
mujeres con hijas e hijos en edad escolar o que cohabitan con personas que
requieren cuidados (Idoiaga Mondragón, 2021; Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo, 2021).
Previo a la pandemia, existía ya una preocupación creciente por
las desigualdades de género en el sistema de educación superior, que se
evidenciaban en el aumento de las denuncias por acoso y agresiones sexuales
hacia las mujeres (UN Women, 2018), la baja representación de las mujeres en
las carreras relacionadas con las ciencias exactas (UNESCO, 2020) que en la
transición al mercado laboral las mujeres suelen ser quienes terminan en
trabajos menos favorables, en cuanto a ingresos y estatus se refiere (Gerber
y Cheung, 2008; Roksa, 2005) y la menor probabilidad de acceder a programas de
posgrado una vez que se tienen hijos (Moreno Sosa, 2018).
Específicamente
en el contexto de la pandemia es importante considerar la mayor afectación que
han tenido las mujeres en los ámbitos educativos, sanitarios, económicos, así
como de seguridad y protección social (ONU, 2020).
Respecto
a las afectaciones emocionales, es importante señalar que entre los aspectos
académicos que fueron generadores de emociones negativas en las y los
estudiantes de educación superior se encontraron las dificultades de
conectividad, la disponibilidad de dispositivos para acceder a las actividades
en línea y la percepción de una mayor carga académica por parte de las y los
estudiantes (Ceballos Marón y Sevilla Vallejo, 2020; Ruvalcaba et al. en
revisión). No obstante, diversos estudios alrededor del mundo han demostrado
diferencias significativas en la experimentación de dichas emociones.
En
un levantamiento de datos realizado en estudiantes universitarios en China,
encontraron diferencias de género significativas en la percepción de estrés,
así como en sintomatología de ansiedad independientemente de la decisión de
regresar o no a la escuela; aunque cabe señalar que cuando se buscó la
diferencia respecto a la reanudación escolar, el nivel de estrés y ansiedad de
las y los estudiantes fue menor cuando ya habían retomado la asistencia a la
escuela (Zhan et al., 2021).
En
un estudio realizado en Israel se encontraron mayores niveles de ansiedad,
depresión y somatización en mujeres, así mismo se mostraron mayormente
preocupadas por la salud de los demás y por los aspectos económicos derivados
de la pandemia (Laufer y Shechory Bitton, 2021).
En
una muestra española, los resultados de investigación demostraron que si bien
el grupo femenino inició el encierro con niveles más altos de emociones
negativas que el grupo masculino (particularmente síntomas de estrés y
evitación), estas diferencias se redujeron significativamente en las primeras
semanas debido a la mejoría general en el resultado del grupo femenino
(Fenollar-Cortés et al., 2021), de lo que se deduce una mayor capacidad de
recuperación.
Por
su parte Thompson et al. (2021), reportaron que las mujeres canadienses que
participaron en el estudio mostraron mayor distrés emocional, no obstante, a
diferencia de los hombres, esto no se relacionó con un mayor consumo de
alcohol.
Aunque
en población de adolescentes y evaluando la variable de calidad de vida
relacionada con la salud, Mastorci et al. (2021), mostraron que las
participantes mujeres en un estudio realizado en Italia, puntuaron
significativamente más bajo en el bienestar psicológico, el autoconcepto y la
autonomía. Así mismo se evidenció una disminución de la percepción de la
relación con los pares y con la familia durante la cuarentena.
En
América Latina, distintos estudios coinciden en que las mujeres se encuentran
más vulnerables. Por ejemplo, en un estudio realizado en Perú por Rodríguez et
al., (2020), se concluyó que las mujeres presentan puntuaciones más elevadas en
los factores de estrés, miedo y depresión que los hombres. Sin embargo, en los
factores de ira y ansiedad, no se encontraron diferencias significativas entre
mujeres y hombres.
Por
su parte, Johnson, Saletti-Cuesta y Tumas (2020), identificaron que mujeres
argentinas manifestaron en mayor medida sentimientos de miedo y angustia; en
contraparte, también se encontraron mayores puntuaciones en los sentimientos de
responsabilidad, cuidados y valoración de la interdependencia, afectos y la
posibilidad de reflexión. De esta manera, se evidencia que la socialización de
género vincula de manera diferencial a las mujeres con lo afectivo, los cuidados
y la expresión de emociones.
De
la Cruz-Caballero, Robles-Francia y Robles-Ramos (2021), realizaron una
investigación en México para identificar las diferencias en las afectaciones
emocionales entre mujeres y hombres estudiantes de educación superior causadas
por un periodo prolongado de exposición a la pandemia. Los resultados de dicha
investigación mostraron que las mujeres manifestaron mayor angustia, ansiedad y
evitación.
Por
lo tanto, el objetivo de este trabajo fue identificar las diferencias de género
en la vivencia de emociones positivas y negativas, así como en los principales
problemas y necesidades identificadas en relación a las clases a distancia en
las primeras semanas del confinamiento por COVID-19.
Método
Se
trata de un estudio de corte cuantitativo, descriptivo y transversal.
Participantes
Este
estudio es parte de un levantamiento realizado a nivel nacional con estudiantes
de pregrado de diez universidades públicas de México (en los Estados de Aguascalientes,
Nayarit, San Luis Potosí, Estado de México, Morelos, Jalisco, Sonora, Tabasco,
Durango y Veracruz) con una población total de 13,704 participantes; no
obstante, al no encontrar diferencias significativas entre las universidades en
las variables revisadas en este estudio y con el fin de homologar la muestra en
términos de condiciones se consideró como criterio de inclusión: identificarse
como hombre o mujer, ser soltero, no laborar y no ser estudiante foráneo, es
decir que su vivienda habitual fuera en el municipio en el que se encontraba su
escuela. Una vez considerados estos criterios, se buscó aleatoriamente la
paridad en género, resultando una muestra final de 3,216 estudiantes con
representatividad del 50% para ambos sexos. El rango de edad fue de 18 a 30
años (= 20.7, D.T. 2.03).
Instrumentos
Se
aplicó un cuestionario expreso para identificar características
sociodemográficas (edad, género), así como algunos aspectos relacionados al
confinamiento por COVID-19, como las preocupaciones, necesidades y condiciones
respecto a la educación a distancia implementada en las primeras semanas de
confinamiento por COVID-19.
Para
la evaluación de la vivencia emocional, se aplicó el PANAS (Positive and
Negative Affect Schedule) (Watson, Clark y Tellegen, 1988), en su versión en
castellano, adaptada para población mexicana por Robles y Páez (2003). Se trata
de una escala de 20 ítems que evalúan estados emocionales positivos y
negativos, experimentados en las semanas previas. En este estudio el alfa de
Cronbach obtenido para la escala de afectos positivos fue de α= .902 y α= .885 para la
escala de afectos negativos. Cabe señalar que se añadieron otros 11 estados
afectivos que podrían ser relevantes en la situación de pandemia, entre ellos
triste, preocupado y abrumado.
Procedimiento
El
levantamiento de datos fue a partir de una encuesta electrónica realizada por
las federaciones de estudiantes de las Universidades participantes durante el
mes de abril de 2020, en las primeras semanas de la contingencia sanitaria por
COVID-19. Los datos fueron analizados con el SPSS v.25, realizándose
estadísticos descriptivos y pruebas t
de student para muestras independientes.
Resultados
Una
de las preguntas realizadas expresamente para identificar las condiciones en
torno a la pandemia y al confinamiento, fue el que identificaran tanto el
principal problema como la principal necesidad percibidas en la primera etapa del
confinamiento para el COVID-19 para el desarrollo de las clases a distancia. En
la Tabla 1 se identifica el principal problema percibido y en la Tabla 2 la
principal necesidad percibida, los resultados se presentan segregados por
género.
Tabla 1
Porcentajes en la identificación del
principal problema percibido en relación a las clases a distancia en las
primeras semanas del confinamiento
Principal problema percibido |
Masculino |
Femenino |
||
N |
% |
N |
% |
|
Comparto equipo de cómputo con mi familia |
221 |
13.7% |
293 |
18.2% |
La dinámica de la clase no es adecuada |
478 |
29.7% |
394 |
24.5% |
Me es difícil estudiar desde casa |
298 |
18.5% |
328 |
20.4% |
No he tenido problemas |
202 |
12.6% |
204 |
12.7% |
No tengo comunicación efectiva con mis maestros |
219 |
13.6% |
187 |
11.6% |
No tengo equipo de cómputo |
107 |
6.7% |
98 |
6.1% |
Sin señal de internet |
83 |
5.2% |
104 |
6.5% |
Total |
1608 |
100% |
1608 |
100% |
Fuente:
elaboración propia
Como
se puede apreciar en la Tabla 1, se observan diferencias especialmente en el
hecho de que hay más mujeres que perciben el problema de compartir equipo de
cómputo con otros integrantes de la familia y mayor dificultad para estudiar
desde casa (aun cuando no se explicitan los motivos de dicha dificultad).
Tabla 2
Porcentajes en la identificación de
la principal necesidad percibida durante las primeras semanas del confinamiento
Principal necesidad percibida |
Masculino |
Femenino |
||
N |
% |
N |
% |
|
Estabilidad emocional |
257 |
16.0% |
401 |
24.9% |
Estabilidad económica |
377 |
23.4% |
370 |
23.0% |
Volver a clases |
397 |
24.7% |
353 |
22.0% |
Salir con amigos y/o pareja |
209 |
13.0% |
193 |
12.0% |
Actividades físicas o deportivas |
224 |
13.9% |
154 |
9.6% |
Certidumbre e información de la pandemia |
57 |
3.5% |
65 |
4.0% |
No necesito nada |
62 |
3.9% |
45 |
2.8% |
Estabilidad familiar |
25 |
1.6% |
27 |
1.7% |
Total |
1608 |
100% |
1608 |
100% |
Fuente:
elaboración propia
En
los resultados presentados en la Tabla 2, destacan que la principal diferencia
entre géneros es la necesidad de estabilidad emocional, ya que es la necesidad
percibida en la que hay mayor diferencia porcentual, a partir de lo cual se
parte para analizar las diferencias en la vivencia de emociones negativas y
positivas. En las Tablas 3 y 4 se plasman los resultados de la prueba t de student para analizar dichas
diferencias. Como se puede observar a excepción de la percepción de estar
alerta, en el resto de los estados afectivos positivos, las mujeres puntuaron
significativamente más bajo que los hombres.
Tabla 3
Análisis descriptivos y prueba t de student de las emociones positivas por
género (orden decreciente)
Emoción Positiva |
Hombres |
Mujeres |
|
|||
Media |
D.T. |
Media |
D.T. |
t |
p |
|
Firme |
2.55 |
1.03 |
2.24 |
.97 |
8.73 |
.000 |
Tranquilo/Tranquila |
2.43 |
1.11 |
2.15 |
1.03 |
7.30 |
.000 |
Relajado/Relajada |
2.46 |
1.12 |
2.20 |
1.06 |
6.83 |
.000 |
Ilusionado/Ilusionada |
2.09 |
1.11 |
1.86 |
1.00 |
6.07 |
.000 |
Orgulloso/Orgullosa |
2.03 |
1.08 |
1.83 |
1.01 |
5.36 |
.000 |
Motivado/Motivada |
2.26 |
1.06 |
2.07 |
.99 |
5.33 |
.000 |
Decidido/Decidida |
2.25 |
1.12 |
2.06 |
1.05 |
5.12 |
.000 |
Entusiasmado/Entusiasmada |
2.05 |
1.06 |
1.87 |
.95 |
5.06 |
.000 |
Esperanzado/Esperanzada |
2.34 |
1.16 |
2.18 |
1.10 |
4.16 |
.000 |
Alegre |
2.55 |
1.12 |
2.39 |
1.07 |
3.94 |
.000 |
Atento/Atenta |
2.48 |
1.15 |
2.33 |
1.10 |
3.77 |
.000 |
Inspirado/Inspirada |
2.18 |
1.13 |
2.06 |
1.09 |
3.26 |
.001 |
Activo/Activa |
2.50 |
1.09 |
2.40 |
1.09 |
2.55 |
.011 |
Alerta |
2.58 |
1.15 |
2.58 |
1.15 |
-0.07 |
.944 |
Fuente:
elaboración propia
En
contraste con las emociones negativas, las mujeres puntuaron significativamente
más alto que los hombres, en la mayoría de los afectos negativos considerados
en este estudio, especialmente en la experimentación de tristeza,
irritabilidad, temor y sentirse “de malas” y agobiada(o). Cabe señalar que, en
las emociones vinculadas a la agresión, aburrimiento, culpabilidad, vergüenza,
indiferencia y soledad, no existieron diferencias significativas, como puede
observarse en la Tabla 4.
Tabla 4
Análisis descriptivos y prueba t de student por género de las emociones
(orden decreciente)
Emoción Negativa |
Hombres |
Mujeres |
|
|||
Media |
D.T. |
Media |
D.T. |
t |
p |
|
Triste |
2.24 |
1.22 |
2.64 |
1.30 |
-9.22 |
.000 |
Abrumado/Abrumada |
2.24 |
1.22 |
2.62 |
1.29 |
-8.41 |
.000 |
Irritable |
2.19 |
1.16 |
2.54 |
1.24 |
-8.38 |
.000 |
Temeroso/Temerosa |
2.00 |
1.12 |
2.33 |
1.20 |
-7.98 |
.000 |
De Malas |
2.29 |
1.11 |
2.57 |
1.09 |
-7.22 |
.000 |
Nervioso/Nerviosa |
2.26 |
1.21 |
2.56 |
1.27 |
-6.89 |
.000 |
Inseguro/Insegura |
2.06 |
1.20 |
2.36 |
1.28 |
-6.82 |
.000 |
Preocupado/Preocupada |
2.64 |
1.24 |
2.94 |
1.24 |
-6.79 |
.000 |
Enojado/ Enojada |
2.08 |
1.15 |
2.31 |
1.21 |
-5.54 |
.000 |
Inquieto/Inquieta |
2.57 |
1.25 |
2.78 |
1.24 |
-4.78 |
.000 |
Disgustado/Disgustada |
2.36 |
1.10 |
2.48 |
1.09 |
-3.05 |
.002 |
Agresivo/Agresiva |
1.71 |
0.99 |
1.75 |
1.01 |
-1.16 |
.246 |
Aburrido/Aburrida |
3.20 |
1.29 |
3.19 |
1.26 |
0.19 |
.848 |
Culpable |
1.54 |
0.96 |
1.53 |
0.95 |
0.25 |
.804 |
Avergonzado/Avergonzada |
1.39 |
0.80 |
1.35 |
0.73 |
1.25 |
.211 |
Indiferente |
2.01 |
1.13 |
1.96 |
1.11 |
1.39 |
.166 |
Solo/Sola |
2.38 |
1.34 |
2.29 |
1.32 |
1.94 |
.052 |
Fuente:
elaboración propia
Discusión
Los
principales problemas que percibieron los estudiantes universitarios en las
primeras semanas de confinamiento respecto al desarrollo de las clases a
distancia, en el caso de los hombres, fue que consideraban que la dinámica de
la clase no era la adecuada en un 29.7% en comparación con las mujeres quienes
lo reportaron en un 24.5%. En segundo lugar, las mujeres perciben en mayor
medida la dificultad de estudiar desde casa, en un 20.4% en comparación con los
hombres quienes la perciben en un 18.5%. El tercer problema percibido con mayor
porcentaje era compartir el equipo de cómputo con su familia, que las mujeres reportaron
en 18.2% y los hombres en un 13.7%.
Cabanach
et al. (2013) identificaron que la estrategia de afrontamiento en situaciones
académicas problemáticas que utilizaban mujeres universitarias era la búsqueda
de apoyo social. Durante el confinamiento se redujo la interacción social por
lo que esa estrategia de afrontamiento no funcionaba en la medida en que la
hacían antes del confinamiento. Dicha afirmación se observa en la principal
necesidad percibida entre las mujeres del estudio, la estabilidad emocional
puntuada en un 24.9% en comparación a los hombres quienes manifiestan esta
necesidad en un 16%. Sin embargo, Johnson, Saletti-Cuesta y Tumas (2020)
encontraron que en contraparte a las dificultades, durante el confinamiento se
incrementan otros indicadores positivos de bienestar.
Las
emociones positivas puntuaron más bajas y las emociones negativas puntuaron más
altas entre las mujeres que entre los hombres. Datos que evidencian que las
clases a distancia durante el confinamiento afectaron más a las mujeres que a
los hombres, especialmente la tristeza, irritabilidad y temor, sentirse de
malas y agobiadas.
Se
encontró amplia evidencia en la que se señalan las afectaciones emocionales en
las mujeres durante los tiempos de COVID-19. Vallejo et al. (2020)
identificaron mayores niveles de estrés relacionados con mayores niveles de
irritabilidad entre mujeres universitarias en comparación con los hombres.
También Laufer et al. (2021) identificaron mayores niveles de ansiedad,
depresión y somatización en mujeres. Rodríguez et al. (2020) identificaron una
puntuación más elevada de estrés, miedo y depresión en mujeres que en hombres. Johnson,
Saletti-Cuesta y Tumas (2020) encontraron en mayor medida sentimientos de miedo
y angustia en las mujeres. De la Cruz-Caballero, Robles-Francia y Robles-Ramos (2021)
encontraron mayor angustia, ansiedad y evitación en mujeres posterior a un
periodo prolongado por la pandemia. Mastorci et al. (2021) midieron calidad de
vida y las mujeres puntuaron más bajo respecto al bienestar psicológico, el
auto concepto y la autonomía.
Una
explicación de los resultados la hacemos desde el Modelo de Bar-On (2006) de
Inteligencia emocional la cual está conformada por la habilidad para reconocer,
entender y expresar las emociones y los sentimientos; la habilidad para
entender cómo se sienten los demás; la capacidad de gestionar y controlar las
emociones; la habilidad de gestionar el cambio, adaptarse y resolver problemas;
y la habilidad de generar afectos positivos y automotivantes. Derivado de los
estudios que fundamentan el modelo, se explica que las mujeres presentan
mayores habilidades interpersonales y los hombres mayores habilidades
intrapersonales. Debido a esto, las mujeres son más conscientes de las
emociones, muestran más empatía, mejores relaciones interpersonales y más
responsabilidad social y los hombres presentan mejor autoestima, son más
autosuficientes, tienen mejores estrategias para afrontar el estrés, son más
flexibles, resuelven mejor los problemas y son más optimistas que las mujeres
(Bar-On, 2006).
Por
lo tanto las condiciones de distanciamiento social impactaron a las mujeres en
mayor medida dado que su fortaleza se muestra en las habilidades en relación
con los otros, mientras a los hombres les afectó en menor medida al ser mayor
su habilidad interpersonal, esto es la relación consigo mismos.
Desde
otro ángulo, la identidad de género también ayuda a explicar las diferencias en
la vivencia de las emociones. La expresividad, el manejo de las emociones
propias y el manejo de las emociones ajenas en mujeres puntuaron superior
respecto a los hombres en un estudio en que identificaban la identidad de
género con la inteligencia emocional, sin embargo uno de sus principales
hallazgos es que las personas con mayor aceptación de características de
identidad masculinas y femeninas (andróginas) punturaron con mayores niveles de
inteligencia emocional que aquellas con una identidad de género más
estereotipada, en específico con la habilidad para manejar emociones propias y
la habilidad para manejar emociones ajenas (Gartzia, et at., 2012). Por lo que
la identificación con los rasgos de género también es un elemento para explicar
las diferencias en la inteligencia emocional y las vivencias emocionales entre
hombres y mujeres.
Conclusiones
Los
hallazgos presentados contribuyen a visibilizar las desigualdades entre hombres
y mujeres que remarcó la pandemia también en los estados emocionales. Las
emociones negativas que no regulan las y los estudiantes universitarios, a
largo plazo pueden desarrollar enfermedades mentales, por lo que Zhan et al.
(2021) recomiendan proporcionar intervención psicológica en los departamentos
de educación.
Evidenciar
la desigualdad en las problemáticas y necesidades percibidas por género, así
como las vivencias emocionales negativas que afectan más a las mujeres que a
los hombres brinda elementos para poner al centro de la discusión la educación
socioemocional que proporcione recursos para afrontar satisfactoriamente las
demandas cotidianas y contribuyan a construir y mantener relaciones
constructivas y satisfactorias (Bar-On, 2006), no solo durante las clases a
distancia, sino de forma permanente. Así mismo se reconoce la importancia de la
generación de estrategias para el apoyo emocional a la población de mujeres
universitarias desde el escenario institucional.
Bibliografía
Alarcón, R. D.
(2019). La Salud Mental de los estudiantes universitarios. Revista
Médica Herediana, 30(4),
219-221. 10.20453/rmh.v30i4.3655
Bar-On R. (2006). The
Bar-On Model of Emotional-Social Intelligence (ESI). Psicothema, 18(Supl.),
13-25. http://www.psicothema.com/pdf/3271.pdf
Cabanach, R. G., Fariña, F., Freire, C., González, P. y Ferradás, M. del.
M. (2013). Diferencias
en el afrontamiento del estrés en estudiantes universitarios hombres y mujeres. European Journal of Education and
Psychology, 6(1), 19-32.
https://doi.org/10.30552/ejep.v6i1.89
Ceballos Marón, N.
A. y Sevilla Vallejo, S. (2020). El Efecto del Aislamiento Social
por el Covid-19 en la Conciencia Emocional y en la Comprensión Lectora. Estudio
sobre la Incidencia en Alumnos con Trastornos de Aprendizaje y Menor Acceso a
las Nuevas Tecnologías. Revista
Internacional de Educación para la Justicia Social, 9(3). https://revistas.uam.es/riejs/article/view/12127
De la
Cruz-Caballero, A. M., Robles-Francia, V. H. y Robles-Ramos, V. A.
(2021). Diferencias de género en la sensibilidad emocional por covid-19 en
estudiantes universitarios. RIDE Revista
Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, 12(22).
https://doi.org/10.23913/ride.v11i22.903
Estrada-Araoz, E.
G., Gallegos-Ramos, N., Mamani-Uchasara, H. y Huaypar-Loayza, K.
(2020). Actitud de los estudiantes universitarios frente a la educación virtual
en tiempos de la pandemia de COVID-19. Revista
Brasileira de Educação do Campo, 5.
https://doi.org/10.20873/uft.rbec.e10237
Fenollar-Cortés,
J., Jiménez, O., Ruiz-García, A. y Resurrección, D. M.
(2021). Gender Differences in
Psychological Impact of the Confinement During the COVID-19 Outbreak in Spain:
A Longitudinal Study. Frontiers in
Psychology, 12. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.682860
García Calvente,
M. del M., del Río Lozano, M. y Maroto Navarro, G.
(2020). Género, cuidados y coronavirus:
antes, durante y después de la pandemia. Boletín de la Escuela Andaluza de
Salud Pública.
Gartzia, L.,
Aritzeta, A., Balluerka, N. y Barbera Heredia, E. (2012).
Inteligencia emocional y género: más allá de las diferencias sexuales. Anales de Psicología, 28(2), 567-575. https://doi.org/10.6018/analesps.28.2.124111
Gerber, T. P. y
Cheung, S. Y. (2008). Horizontal
Stratification in Postsecondary Education: Forms Explanations, and
Implications. Annual
Review of Sociology, 34,
299-318.
Idoiaga Mondragón,
N.
(2021). De cuando la pandemia intensificó la brecha de género y la
invisibilidad del cuidado. En COVID 19.
Reflexiones feministas sobre la pandemia (pp. 52-55). Steilas-Idazkaritza
feminista.
INMUJERES
(2020). La vida de las mujeres y el
COVID-19: impactos diferenciados y medidas implementadas en la Jornada de Sana
Distancia. https://www.cepal.org/sites/default/files/document/files/mex_inmujeres_medidas_implementadas_en_jornada_de_sana_distancia_200615.pdf
Johnson, M. C.,
Saletti-Cuesta, L. y Tumas N. (2020). Emociones, preocupaciones y
reflexiones frente a la pandemia del COVID-19 en Argentina. Ciência & Saúde Coletiva, 25(Suplemento 1), 2447-2456.
https://doi.org/10.1590/1413-81232020256.1.10472020
Laufer, A. y
Shechory Bitton, M. (2021). Gender differences in the reaction to COVID-19. Women
and health, 61(8), 800-810.
https://doi.org/10.1080/03630242.2021.1970083
Mastorci, F., Piaggi, P., Doveri, C., Tribellini, G., Casu, A., Pozzi,
M., … Pingitore, A. (2021).
Health-Related Quality of Life in Italian Adolescents During Covid-19 Outbreak.
Frontiers in pediatrics, 9.
https://doi.org/10.3389/fped.2021.611136
Moreno Sosa, M.
(2018). Trayectorias
educativas de las mujeres universitarias: efectos de los roles de género en el
retorno al sistema educativo. Revista de
estudios de género, La ventana, 5(47),
139-176. https://doi.org/10.32870/lv.v5i47.6707
ONU
(2020). Informe de políticas: COVID-19 y la necesidad de actuar en
relación con la salud mental. https://unsdg.un.org/es/resources/informe-de-politicas-covid-19-y-la-necesidad-de-actuar-en-relacion-con-la-salud-mental
Penna Toso, M.,
Sánchez Sáinz, M. y Mateos Casado, C. (2020). Desigualdades
Educativas Derivadas del Covid-19 desde una Perspectiva Feminsita. Análisis de
los Discursos Profesionales de la Educación Madrileña. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social, 9(3).
https://doi.org/10.15366/riejs2020.9.3.009
Peñate, L. M.
(2020). Todos Somos Importantes, pero el Docente es Imprescindible. Revista Internacional de Educación para la
Justicia Social, 9(3).
https://revistas.uam.es/riejs/article/view/12181
Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (2021). Madres trabajadoras y COVID-19: Efectos de
la pandemia en circunstancias de teletrabajo en México.
https://www.mx.undp.org/content/mexico/es/home/library/el-pnud-en-accion/madres-trabajadoras-y-covid-19--efectos-de-la-pandemia-en-circun.html
Robles, R. y Páez,
F.
(2003). Estudio sobre la traducción al español y las propiedades psicométricas
de las escalas de afecto positivo y negativo (PANAS). Salud Mental, 26(1), 69-75.
http://www.revistasaludmental.mx/index.php/salud_mental/article/view/938
Rodríguez de los
Ríos, L. A., Carbajal Llanos, Y. M., Narvaez Aranibar, T. y Gutiérrez Vásquez,
R. J.
(2020). Impacto emocional por COVID-19 en estudiantes universitarios. Un
estudio comparativo. Revista EDUCA UMCH, (16), 5-22. https://doi.org/10.35756/educaumch.202016.153
Roksa, J. (2005). Double disadvantage or blessing in disguise?
Understanding the relationship between college major and employment sector. Sociology of Education, 78(3), 207- 232.
Rosario-Rodríguez,
A., González-Rivera, J. A., Cruz-Santos, A. y Rodríguez-Ríos, L.
(2020). Demandas Tecnológicas, Académicas y Psicológicas en Estudiantes
Universitarios durante la Pandemia por COVID-19. Revista Caribeña de Psicología, 4(2), 176–185.
https://doi.org/10.37226/rcp.v4i2.4915
Ruvalcaba, N.,
Armenta, F., Cárdenas, A., Orozco, S., Bravo, H. y Macías, E.
(en revisión). Condiciones de vida,
identificación de necesidades y emociones negativas en estudiantes durante la
primera etapa del confinamiento por COVID 19.
Statista Research Department (2021). Number of novel
coronavirus (COVID-19) deaths worldwide as of August 31, 2021, by country. Statista. https://www.statista.com/statistics/1093256/novel-coronavirus-2019ncov-deaths-worldwide-by-country/
Thompson, K., Dutton, D., MAcNabb, K., Lui, T., Blades, S. y Asbride, M. (2021). Changes in alcohol consumption during the
COVID-19 pandemic: exploring gender differences and the role of emotional
distress. Health promotion and chronic
disease prevention in Canada: research, policy and practice, 41(9), 254-263. https://doi.org/10.24095/hpcdp.41.9.02
UN Women (2018). Guidence note on campus violence prevention
and response. UN Women
Headquarters. https://www.unwomen.org/en/digital-library/publications/2019/02/guidance-note-on-campus-violence-prevention-and-response
UNESCO (2020). Global Education Monitoring Report 2020:
Gender Report, A New Generation: 25 Years of Efforts for Gender Equality in Education.
UNESCO-Global Education Monitoring Report Team.
https://www.gcedclearinghouse.org/resources/gender-report-2020-new-generation-25-years-efforts-gender-equality-education-global
Vallejo, L.,
Arévalo, M. y Vallejo, J. (2020). Niveles de estrés e irritabilidad
en estudiantes universitarios de la ciudad de Medellín durante la época de
confinamiento por COVID-19. Poliantea, 15(27),
70-77. https://journal.poligran.edu.co/index.php/poliantea/article/view/1701
Watson, D., Clark, L. A. y Tellegen, A. (1998). Development and validation of brief measures of
positive and negative affect: The PANAS scales. Journal of Personality and Social Psychology, 54, 1063-1070. https://doi.org/10.1037/0022-3514.54.6.1063
Zhan, H., Zheng, C., Zhang, X., Yang, M., Zhang, L. y Jia, X. (2021). Chinese College Students' Stress and Anxiety
Levels Under COVID-19. Frontiers in
Psychiatry, 12. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2021.615390
[1] Departamento de Psicología Aplicada, Centro
Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara, Guadalajara,
México. norma.ruvalcaba@academicos.udg.mx, ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-9209-8751.
[2] Departamento de Psicología Aplicada, Centro
Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara, Guadalajara,
México. erika.macias@academicos.udg.mx, ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-0054-5628.
[3] Departamento de Clínicas de Salud Mental, Centro
Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara, Guadalajara,
México. gabriela.orozco@academicos.udg.mx, ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-0648-8233.
[4] Departamento de Clínicas de Salud Mental, Centro
Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara, Guadalajara,
México. ruben.bravo@academicos.udg.mx, ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-0498-8410
[5] Lic. en psicología por la Universidad de Guadalajara.
Centro Universitario de Ciencias de la Salud Universidad de Guadalajara,
Guadalajara, México. carmen.sanchez6776@alumnos.udg.mx.