REFLEXIONES Y ACCIONES DESDE LA VENTANA

 

Dolores Marisa Martínez Moscoso[1]

Doctora en Gestión de la Cultura, Maestra en Comunicación y Licenciada en Sociología, con estudios de doctorado en Comunicación y Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesora investigadora titular B del Centro de Estudios de Género de la UdeG.

 

DOI: https://doi.org/10.32870/lv.v0i0.8031

 

El quehacer académico ofrece siempre la posibilidad de reflexionar sobre la experiencia, la propia y la ajena. Se trata de un deber y un privilegio poder hacerlo. Este texto que me ha sido solicitado como parte del número de aniversario de la Revista de Estudios de Género, La Ventana constituye justamente la reflexión sobre el proceso de coordinación editorial que conduje para la publicación durante 2012 y los aprendizajes que esto dejó en mí y que se han proyectado de forma directa a otros proyectos e ideas. Considero que de esta manera puedo aportar a la pregunta de cuáles son los desafíos en esta comunidad, en particular en cuanto a la construcción de acervos de investigación académica y su divulgación.

En ese sentido, vale la pena mencionar tres aspectos importantes de la operación editorial de La Ventana sobre los que se centra esta reflexión: los rasgos del proceso de dictaminación, la colaboración del Comité Editorial y la vinculación con comunidades institucionales y estudiantiles.

Una revista académica tiene entre sus objetivos centrales explícitos los de divulgar conocimiento, plantear debates en torno al campo especializado en que se desarrolla; presentar las vanguardias, discusiones novedosas; asimismo, contribuir al establecimiento de redes de conocimiento y fortalecer prácticas de solidaridad académica a través del apoyo voluntario. Sin embargo, en ocasiones como en ésta, su operación puede tener resultados inesperados, pero igualmente valiosos que son a los que me referiré aquí.

En específico, la labor de coordinación editorial implicaba diversas tareas; entre ellas, las relacionadas con la preparación de los números, tales como el lanzamiento de la convocatoria, la recepción de materiales, la búsqueda y contacto con posibles personas dictaminadoras, el envío de los textos a dictaminación y el seguimiento de ese proceso.

La coordinación correspondía, durante el periodo que la desempeñé, al trabajo de una sola persona en relación con la dirección de la publicación. Asimismo, mucha de esa tarea tenía un rasgo profundamente intuitivo o lírico, ya que existían pocos registros de la institucionalización de los procesos.

En ese sentido, quizás uno de los aspectos críticos más relevantes resultó estar en el proceso de dictaminación de materiales recibidos. La recepción de textos de campos en extremo diversos y especializados y la búsqueda de personas académicas que cumplieran los criterios de poseer conocimientos temáticos y disposición para revisar y dictaminar en plazos concretos constituyeron un proceso por demás complejo y difícil de conducir.

Ello resultaba así en gran medida porque no se disponía de bases de datos abiertas y detalladas o acceso a éstas que mostraran la composición del campo de los estudios de género en México, América Latina y España en términos de quiénes se dedican a ello y específicamente cuáles han sido y son sus áreas de especialidad. Ni siquiera en la propia Universidad de Guadalajara, sede de La Ventana, se podía recurrir a un registro tal.

Asimismo, resultó palpable el desconocimiento que existía entre integrantes del campo acerca del conjunto de personas que se dedicaban también a ello en la institución, sobre todo si no integraban los subcampos comunes. Esto es, si alguien trabajaba violencia de género, era probable que no tuviera suficiente información acerca de quién desarrollaba su trabajo en torno a condiciones laborales o educación.

Todo ello se vio potenciado por el hecho de que en la primera década del nuevo milenio los estudios de género ya se encontraban en franco despegue y crecimiento, un interés creciente en las diversas vertientes del campo hacía que cada vez más se incorporaran personas a su estudio, incluso mediante los trabajos recepcionales del estudiantado de todos los niveles educativos, sin que existiera un registro puntual de quiénes eran y qué estaban produciendo.

En ese sentido, ese escollo mostró en toda su plenitud la desarticulación del campo, la falta de registros de profesionales y campos de investigación en que éstas y éstos se desempeñan a los que pudiera recurrirse, así como el desconocimiento mutuo de quienes trabajan temáticas de los estudios de género, incluso, cuando integraban la misma institución académica y, en gran medida también, la carencia de un estado de la cuestión acerca de investigaciones en ciernes sobre todo de la comunidad estudiantil.

La primera lección extraída de la coordinación editorial me planteó la necesidad de incidir de alguna manera en una situación problemática: la necesidad de desarrollar y difundir información sobre el estado del campo de los estudios de género, al menos en la UdeG. Asimismo, ello se combinaba también con la percepción de que, aunque La Ventana forma parte de diversos índices y es leída en infinidad de coordenadas geográficas, resultaba interesante plantearse el dar una mayor vida a los artículos ahí publicados con ayuda de las diversas posibilidades que las nuevas tecnologías en desarrollo podían ofrecer.

Con eso en mente arribé a la idea de crear un podcast que llamé Otra Ventana al Género y que vio la luz (o las ondas sonoras) en noviembre de 2021 del cual se han publicado 58 episodios de contenido diverso. Este podcast se construyó a partir de cuatro tipos de episodios que describo a continuación, los cuales diseñé y denominé de formas particulares según su objetivo y contenido que pretendían incidir en las cuestiones observadas durante el periodo de coordinación editorial de la revista:

1.                  Quehacer de género. Se trata de producciones mensuales en las que se presenta la agenda de actividades académicas, culturales e incluso políticas en Guadalajara o en el universo virtual relativas al género y que desarrolla de forma puntual el equipo editorial de la revista La Ventana coordinado por Alejandra López Pérez.

2.                  Palabras abiertas. Son episodios para la difusión del trabajo académico sobre género de integrantes de la comunidad académica de los diversos centros universitarios temáticos y regionales de la Universidad de Guadalajara en los que a la fecha se han presentado catorce entrevistas llevadas a cabo con Frida Rodelo (CUCSH, episodio 2), Varinia Reyes (CUCS, episodio 6); Marisa Martínez (CUCSH, episodio 14); Susana Muñiz (CUCSH, episodios 16 y 18); Gizelle Macías (CUALTOS, episodio 22); Dinora Hernández (CUCSH, episodio 23); José Carlos Cervantes (CUCOSTA, episodio 25); María del Carmen Quevedo (CULAGOS, episodio 26); Elvia Susana Delgado (CUNORTE, episodio 27); María Teresa Prieto (CUCEA, episodio 33); Ramona Esmeralda Velázquez (CUCEA, episodio 36); Mónica Ornelas (CUAAD, episodio 40); María Teresa Fernández (CIESAS-Occidente, episodio 45)[1], y Lidia Macías (CUCIÉNEGA, episodio 48).

3.                  Miradas. En estas ediciones se difunden reseñas de productos culturales diversos como literatura, series televisivas, películas, programas de radio, eventos, etcétera.

4.                  Desde La Ventana. Con este trabajo se procura extender el alcance de artículos publicados en La Ventana mediante la realización de entrevistas con sus autoras y autores en torno a los contenidos y las motivaciones diversas que impulsaron su publicación. A la fecha se han creado los episodios número 8 con Carmen Díaz, Susana Larios y Jessica Correa, autoras del artículo “Luchas feministas en Guadalajara: apuestas y tensiones”; número 10 con José Ignacio Larreche autor de "Espacio público-político: Referencias en clave de géneros y performatividad"; número 11 con Luis Enrique García Jiménez, Tania Cruz Salazar y Liliana Bellato Gil, sobre su artículo “La violencia de género y el imaginario de la heteronormatividad entre hombres homosexuales viviendo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas”; número 20 con Olga Sabido sobre su artículo titulado “Sociología y epistemologías feministas. Objetividad(es), emociones y pedagogía encarnada”; número 51 con Araceli Jiménez y Claudia Sandoval sobre su texto “El enfoque feminista de las emociones para el estudio de los espacios de miedo en las universidades”; número 53 con Florencia Pacífico sobre el artículo de su autoría “La producción de espacios para cuidar. Reflexiones etnográficas en torno a formas de organización colectiva de mujeres titulares de programas de inclusión social”; número 54 con Estela Casados sobre su artículo “Entre identidades trans, maternidades y salud mental. Retos para la inclusión de la población estudiantil en la Universidad Veracruzana”; y el número 56 con Rebelín  Echeverría Echeverría acerca de su artículo “Igualdad de género e inclusión social en universidades públicas del sur-sureste mexicano”.

 

Recientemente, en un esfuerzo por ampliar las capacidades del podcast y en relación con lo que se ha expuesto previamente a partir de la experiencia y su reflexión se planteó incorporar dos nuevos tipos de episodios aún sin nombre:

5.                       Uno en el que se presenten los trabajos de investigación realizados por el estudiantado.

6.                       Otro en el que se recupere la labor política desde una mirada atravesada por el género.

 

En ese mismo tenor y considerando la importancia de tener el estado de la cuestión de la producción académica estudiantil es que propuse a la coordinadora del Centro de Estudios de Género la organización de un coloquio de aportes en el que el estudiantado universitario presentara avances de sus trabajos recepcionales. Una exitosa primera edición de esa actividad se llevó a cabo en 2023 bajo la coordinación de la coordinadora del Centro de Estudios de Género ‒Susana Muñiz Moreno‒ y quien esto escribe y con la colaboración de investigadoras e investigadores de la UdeG y del propio equipo de La Ventana.

En este año se llevará a cabo una nueva edición de ese Coloquio, pero en esta ocasión tendrá un carácter interinstitucional y considero que entre sus resultados estará el continuar nutriendo ese estado de la cuestión tan necesario, el establecimiento de redes informales y formales de la divulgación de conocimientos y la creación de nuevos episodios del podcast.

En resumen, considero que una manera de afrontar desafíos en el campo de los estudios de género y de las publicaciones que en él se crean tiene que ver con a) la disposición de información actualizada sobre su composición en cuanto a personas investigadoras en formación y consolidadas; b) el establecimiento de vínculos con personas investigadoras en formación que permitan nutrir la labor editorial en torno al género y divulgar la producción realizada por aquellas; c) la apropiación de las tecnologías disponibles para encontrar maneras diversas de divulgar, además de en las páginas de las publicaciones, los contenidos de éstas.

En esa tarea nos encontramos.



[1] Aunque la profesora Fernández no forma parte de la UdeG, se incorporó este episodio a la colección de Palabras abiertas debido a su procedencia universitaria, a la relevancia de su trabajo y a que se daba en el marco de la inauguración del Primer Coloquio Estudiantil de Estudios de Género que llevó su nombre.



[1] Universidad de Guadalajara, México. Correo electrónico: dolores.martinez@academicos.udg.mx