Necesidades Utopía y Revolución en Ágnes Heller
Resumen
Los seres humanos son únicos, y en este sentido no son iguales, no pueden ser igualados en otra cosa que no concierna a la búsqueda de la felicidad, es decir, la satisfacción de sus múltiples necesidades.A pesar de que Karl Marx elabora una especie de modelo “puro” sobre la sociedad comunista, donde para decirlo hegelianamente el “espíritu objetivo” queda como diluido en el “espíritu absoluto”, éste no pierde su significado decisivo. Pues como lo enuncia Ernst Bloch, existen utopías productivas e improductivas, y las ideas deMarx expresan la más bella aspiración de la humanidad madura: “Instituyen una norma con la que podemos medir la realidad de nuestras ideas y su valor valor, mediante la que podemos determinarla limitación de nuestras acciones”. La fecundidad de esta norma valorativa se puede verificar en la recepción que hace Agnes Heller de la filosofía radical de Marx, superando el paradigma marxista tradicional de la “producción”, fijado en el desarrollo de las fuerzas productivas, con la temática de las necesidades humanas. Sin embargo, este planteamiento no deja de suscitar algunos cuestionamientos.Descargas
Citas
Heller, A. Teoría de las necesidades en Marx, Península, Barcelona, 1986, p.158. Como indica en otro lugar, “la filosofía sólo puede hacer una cosa: puede dar una norma al mundo y pretender que los hombres quieran darle un mundo a la norma”. Heller, A. Por una filosofía radical, El viejo topo, Barcelona, 1980, p.148.
Castoriadis, C. Le carrefour du labrynthe II. Domaines de l’homme, Seuil, París, 1986, p.24.
Heller, A. Crítica de la Ilustración, Península, Barcelona,1984, p.232.
Heller A. y F. Fehér. Marxisme et démocratie. Au-deládu “socialisme réel”, Maspero, París, 1981, p.245. Para el análisis de las sociedades soviéticas, véase: Fehér, F.; A. Heller y G. Markus. Dictadura y cuestiones sociales, FCE, México, 1986.
Heller, A. y F. Fehér. Marxisme et démocratie, op. cit., pp.246-247.
Ibidem, p.250. Heller aclara que “la reciprocidad simétrica se queda como una idea vacía a menos que reconozcamos las necesidades de todos nosotros, con la excepción, por razones de principio, de esas necesidades que requieren la utilización de otras personas como meros medios”. Heller, A. Historia y futuro. ¿Sobrevivirála modernidad?, Península, Barcelona, 1991, p.116.
Heller, A. Instinto, agresividad y carácter, Península, Barcelona,1980, p.191. 14
Heller, A. y F. Fehér. Marxisme et démocratie, op. cit., p.257
Heller, A. Historia y vida cotidiana, Grijalbo, México, 1972, p.160.
Heller, A. y F. Fehér. Sobre el pacifismo, Pablo Iglesias, Madrid, 1985, pp.17-19. Lo cual no impide que se los pueda experimentar de manera conflictiva, como sucede, por ejemplo, en el tema del aborto. Cfr. Heller, A. y F.Fehér. Biopolítica. La modernidad y la liberación del cuerpo, Península, Barcelona, 1995, pp.25-26.
Ibidem, p.178. Al criticar al leninismo precisa que “el socialismo como nueva calidad de la vida no ama el riesgo,y considera elitistas las formas vanguardistas y peligrosas de vida. Por el contrario, ama el valor civil [...] Pero si sostenemos que el partido es nuestra mente y nuestra conciencia, nunca llegaremos a ser valientes civiles”.
Heller, A. Para cambiar la vida, Crítica, Barcelona, 1981, p.164. Para estudiar el significado de las revoluciones “restauradoras” de los países del Este y la “autopsia” del gran experimento, remitirse a: Heller, A. y F. Fehér. El péndulo de la modernidad. Una lectura de la era modernadespués de la caída del comunismo, Península, Barcelona,1994.
Heller, A. La revolución de la vida cotidiana, Península, Barcelona, 1982, p.14. En su Sociología de la vida cotidiana (Península, Barcelona, p.7) afirma que “la personalidadindividual es el protagonista de este libro. Quise mostrar que cada hombre puede ser una individualidad,que puede haber también en la vida personalidades individuales,que también la vida cotidiana puede configurarse individualmente”.25 Heller, A. La revolución de la
Heller, A. Teoría de la historia, Fontamara, Barcelona, 1982, p.238 vida cotidiana, op. cit., p.17. 26 Ibidem, pp.18-19.
Heller, A. y F. Fehér. Anatomía de la izquierda occidental,op. cit., p.156.
Heller A. y F. Fehér. Políticas de la postmodernidad, op. cit., p.247. Contexto en el que refiere que “el feminismo fue, y ha seguido siendo, la mayor y más decisiva revolución social de la modernidad. A diferencia de una revolución política, una revolución social no estalla: tiene lugar. Además, una revolución social es siempre una revolución cultural” (p.246).