Convocatoria número 56, julio-diciembre 2022

No existe manera de comprender el GÉNERO en su concepción más abarcadora, es decir en tanto sistema de adjudicación e interpretación de sentido, organización de personas y unidades sociales, y distribución de poder, prestigio y recursos, sin pensar en la EDUCACIÓN, formal o no formal, como un espacio de interés central.

El sistema educativo, enseguida del núcleo del hogar, funciona como agente secundario de socialización, proceso mediante el cual las personas aprenden e internalizan sus estatus, roles, responsabilidades y en general las reglas del comportamiento social. Es en el espacio educativo donde con frecuencia se demanda y deposita la apuesta de las políticas públicas, por su potencial de subvertir las desigualdades y la violencia de género, pero también el espacio donde éstas se reproducen y cristalizan, creando una paradoja intrigante dada la capacidad aparente del sistema educativo de producir estratificación y movilidad al unísono.

Los estudios en el campo en ocasiones se han centrado en analizar las diferencias de género en los resultados educativos y cómo éstas impactan el mercado de trabajo, los resultados de salud y la formación de las familias. Con el tiempo, los objetos de la investigación se han diversificado para incluir las relaciones entre los pares, con el profesorado y entre las comunidades educativas en general, que, pese a la incorporación masiva de las mujeres al sistema educativo, siguen resultando en diferencias sexuales en las elecciones vocacionales, el logro académico o los retornos de la educación, por citar algunos ejemplos.

El 2021 nos plantea dos coyunturas que nos obligan a mirar la relación entre el espacio educativo y el sistema de género nuevamente, pero en un escenario inédito. Por un lado, el momentum generado por los movimientos feministas de los últimos años ha obligado a las organizaciones educativas a atender a demandas puntuales como la violencia, a través de  procesos de reforma o transformación organizacional de mayor o menor calado, tales como la creación de unidades de género, protocolos de atención y sanción a la violencia,  la creación de códigos de ética, entre otras políticas de orden normativo, presupuestal o programático. Por otro lado, la pandemia de COVID-19 ha sacudido y transformado, acaso para siempre, al sistema educativo, incluyendo las relaciones entre los miembros de las comunidades, los procesos organizacionales, los contenidos de la educación y las estrategias pedagógicas, afectando también, por supuesto, los resultados educativos en el mediano a largo plazo.

 

La REVISTA DE ESTUDIOS DE GÉNERO, LA VENTANA, publicación semestral del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Guadalajara, convoca a la comunidad del campo académico nacional e internacional a publicar trabajos originales de investigación o de reflexión teórica y metodológica que se desarrollan en torno al GÉNERO Y EDUCACIÓN de manera no limitativa, aunque sí preferencial, en el contexto de la pandemia, para su publicación en el NÚMERO 56 DE LA VENTANA, CORRESPONDIENTE AL SEMESTRE JULIO-DICIEMBRE 2022.

Se recibirán artículos científicos para su posible publicación bajo el siguiente EJE TEMÁTICO: GÉNERO Y EDUCACIÓN. Importante: las reseñas enviadas para la sección “En la mira”, deberán coincidir con el eje temático ya mencionado.

Las colaboraciones se recibirán en las siguientes FECHAS: DEL 10 DE AGOSTO DE 2021 AL 10 DE OCTUBRE DE 2021. Los textos enviados fuera del periodo, serán descartados automáticamente.

Todos los trabajos deben cumplir estrictamente con las DIRECTRICES especificadas en la sección de envíos de la página web de La Ventana. 

(http://revistalaventana.cucsh.udg.mx/index.php/LV/about/submissions#onlineSubmissions)