Metodología de género en los estudios de hombres

  • Daniel Cazés Universidad de Guadalajara

Resumen

En el Museo del Hombre de París, el recorrido introductorio es un viaje por la evolución humana como la conciben la biología humana y las ciencias de la culturaen la actualidad. El proceso se inicia con los australopitecus afarensis, prehumanos de los que la más conocida es Lucy, sigue con Homo erectus, Homo habilis, Homo neanderthalensis, varios otros Homo sapiens antiguos y concluye con los modernos. Magníficas escenografías que presentan lo principal de cada faceta, se admiran al caminar por el pasillo del que las separa un barandal-vitrina; éste contiene las más diversas piezas arqueológicas creadas por los primeros seres humanos y casi permite tocarlas a través de las cubiertas transparentes.Varios televisores distribuidos a lo largo del itinerario emiten del otro lado de la sala videos animados que dan idea de los colores y los movimientos posibles en aquellas edades lejanas. Las maquetas presentan los paisajes cambiantes, con glaciaciones e interglaciares, donde los primeros humanos se expandieron por el mundo alejándose de su originario sureste de África. En tales escenarios se muestran momentos de cacería, recolección y vida cavernaria con figuras humanas reconstruidas a partir de fósiles; los enmarcan, desde el pasamanos, instrumentos que caracterizan a lasedades de la piedra, la más antigua, la media y la neolítica con su revolución agrícola, el paso de la vida nómada a la sedentaria, el nacimiento de la propiedad, la especialización y las guerras de pillajey expansión.Las evidencias más antiguas del neolítico se fechan hace unos doce mil años. Es probable que fuera entonces, siglos antes o Para iniciar después, cuando las diferencias sexuales humanas comenzaron aconvertirse en fundamento de desigualdades que justificaron dominios y privilegios, y cuando la naciente organización social requirió la construcción del género para iniciar la edificación del patriarcado y sus jerarquías. Esto último no es una interpretación corriente entre los antropólogos, y de ella nada se dice en el museo. 

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Biografía del autor/a

Daniel Cazés, Universidad de Guadalajara
Doctor en antropología. Profesor e investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias y Humanidades, UNAM

Citas

John Stuart Mill publicó varios ensayos en los que expresó su preocupación sobre la problemática de la relación entre hombres y mujeres. En La igualdad de los sexos (Guadarrama, Madrid, 1973), se incluye su trabajo “La discriminación de la mujer” (pp. 82-215) en cuyas primeras líneas dice que “...el principio regulador de las actuales relaciones sociales entre los dos sexos —la subordinación legal del uno al otro— es intrínsecamente erróneo y ahora constituye uno de los obstáculos más importantes para el progreso humano; y debería ser sustituido por un principio de perfecta igualdad que no admitiera poder ni privilegio ni incapacidad para otros. No está en los genes, cuyo subtítulo original es Biología, ideología y naturaleza humana (CNCA, México, 1991) data de 1984; su capítulo 6 (pp. 158-199), “El determinismo del patriarcado”, presenta una vasta bibliografía que se remonta hasta 1971. En Nuestra especie, de Marvin Harris (Alianza, Madrid, 1991) aparecido en 1989, destacan entre otros los capítulos “¿Esperma contra óvulo?” (pp. 245-249), “¿Son los hombres más agresivos que las mujeres?” (pp. 257-260) y “De niñas marimachos y niños que no tienen pene hasta los doce años” (pp. 261-263). Considero pertinente reproducir aquí los siguientes pasajes del libro de Godelier que citaréen la nota siguiente: “[A los ojos de los baruya] todos los aspectos de la dominación masculina, ya sean (para emplear nuestras categorías) de orden económico, político o simbólico, se explican por la sexualidad y el diferente lugar que ocupa cada sexo en la reproducción de la vida..., diligencia análoga en nuestra cultura entre quienes consideran naturales la subordinación y la opresión de las mujeres... [Aunque para los baruya ] los hombres no están situados del lado de la cultura y las mujeres del de la naturaleza, sino más bien al contrario..., las diferentes funciones de los sexos en el proceso de reproducción de la vida, proporcionan permanentemente los materiales con los que se fabrican los mensajes, los discursos que interpretan y justifican todas las desigualdades entre hombres y mujeres. Parece como si la sexualidad estuviese constantemente llamada a ocupar todos los lugares de la sociedad, a servir de lenguaje para expresarse, de razón para legitimar las realidades cuyos fundamentos no revelan su naturaleza” (pp. 9-10).

Maurice Godelier La formación de grandes hombres. Poder y dominación masculina entre los baruyade Nueva Guinea (versión original francesa publicadaen 1982), Akal Universitaria, Madrid, 1986.

Marcela Lagarde. Los cautiverios de las mujeres:madresposas, monjas, putas, presas y locas, UNAM, México, 1990, p. 97. El capítulo III de esta obra,

Celia Amorós, en su trabajo “Violencia contra las mujeres y pactos patriarcales” en Virginia Maquieira y Cristina Sánchez (comps.), Violencia y sociedad patriarcal, Pablo Iglesias, Madrid, 1990, pp. 39-53.

Godelier, op. cit., pp. 276-278.

Publicado
2015-01-20
Sección
La teoría